►El objeto, regalado por su padre y con sumo valor sentimental, se extravió en el intercambiador de Moncloa
Seguramente es una de esas historias en que los objetos “cobren vida”, nunca mejor dicho. Es el matiz añadido que los hace ser especiales, brillar con luz propia y que, a partir de ese momento, cuentan con inefable cariño. Porque en estos casos siempre hay una persona detrás. Cuando, huelga decirlo, no es el precio, sino el valor.
Es la historia de Paula que está trascendiendo en Twitter. Una chica “anónima” que ha logrado reunir a muchísima gente que la apoya en su búsqueda. La persona que está detrás es su padre. El objeto es un portaminas. El objetivo no es otro que recuperarlo tras haberlo visto por última vez en el intercambiador de Moncloa.
Sobre las 16.17 horas del 14 de junio, Paula tuitetaba lo siguiente: “He perdido un portaminas que me regaló mi padre y que tiene muchísimo, pero muchísimo valor sentimental. Se me ha caído en el intercambiador de Moncloa. Si alguien lo encuentra, por favor, que se ponga en contacto conmigo. Era exactamente igual a este. Agradecería difusión”, y añadía posteriormente que “he preguntado en objetos perdidos, en información, en los puestecitos del metro y hasta al servicio de limpieza. Sé que a lo mejor os parecerá una tontería, pero hay mucha historia detrás de ese portaminas y necesito volver a encontrarlo”. Paula, más tarde, indicaba igualmente que es posible que se le cayese en el trayecto desde la línea 6, dirección Argüelles; “cuando subí las escaleras, creo que se me cayó a la altura de la biblioteca, pero tenía prisa y no miré bien”.
La ola de buenas intenciones no tardó en elevarse. De hecho, su tuit ya cuenta con más de 5.000 apoyos. Incluso, un trabajador de una papelería ha hecho la siguiente oferta: “Hola, trabajo en una papelería de la zona (C/Quintana). Si el que lo encuentra tiene dudas de devolverlo porque quiere uno y nos lee, puede dejarlo en mi tienda, le ofrezco uno igual a precio de coste. Ojalá aparezca. Ánimo”. De igual forma, otros perfiles se ofrecían a mirar al pasar por esa misma y zona y, por supuesto, de encontrarlo, avisar a su dueña.
Comprendo especialmente el desvelo de Paula. Soy de los que también guarda algunos objetos cuyo significado está cosido a nuestro corazón. Con esta historia, me ha venido un recuerdo a la memoria. También fue en Moncloa. Quedada universitaria. Era un puntero digital, de un amigo de clase. Desapareció. Cierto es que éste, a diferencia del que esperamos su vuelta, no tenía un valor añadido. Pero, tras unos minutos ayudándole apareció por el suelo. Ojalá este mismo final para el portaminas de Paula. Nuestro humilde granito desde estas líneas. Líneas que, esperamos, vuelvas a escribir muy pronto con eso que tanto significa para ti.
Contactar en caso de alguna información: @paulilabadia