► Lo que empezó como un grupo de amigos hace un lustroya cautiva a decenas de seguidores con amores comunes: arte, cultura, literatura…
► “El elitismo en la poesía hoy no tiene sentido y es todo lo contrario a nuestro espíritu”.
Akrópolis es el resultado de la unión, proveniente del griego clásico, de akros (cúspide) y polis (ciudad). Esto es, aproximadamente, la zona más elevada del lugar. Ahí, precisamente, hace ya media década, han colocado en Getafe a la poesía dos jóvenes que son, a la sazón, el alma de tan noble proyecto: Ana Isabel Jiménez y Jesús Robles. Con el paso del tiempo se les han unido otros tantos más. Entre todos conforman una gran familia enhebrada por la pasión hacia los versos. Todo en Akrópolis huele a aire fresco. Despojados de corsés y formalismos, estos jóvenes insuflan distintas novedades en sus actividades poéticas. Y es que ello está suponiendo el éxito de sus recitales, ‘microlibres’, reuniones o sus concurridos ‘slams’. Toda una agitación la de este grupo que late y contagia pasión lírica por las calles de la localidad; todo ello regado con el trago de la amistad y, a menudo, un ‘violín’ de fondo: “Queremos amigos, no socios”. Ana y Jesús dan más detalles, del germen y del futuro, a nuevocronica.es.
Pregunta: ¿Cuál es el germen de Akrópolis?
Respuesta: El germen de Akrópolis es, básicamente, lo que seguimos siendo hoy en día: una reunión de amigos. Cuando íbamos al instituto teníamos amigos que tocaban la guitarra, recitaban y a veces cuando nos juntábamos solíamos ponerlo en común. Pero no había espacios para que nuestro arte fuese más allá de nuestro grupo de amigos, puesto que era antes del boom de la poesía “joven” y no había ‘microlibres’ ni recitales.
Un día se nos ocurrió hacer esta reunión en el Retiro, pero anunciándola y abriéndola a más gente. No sabíamos cómo iba a salir, simplemente usurpamos el Teatro de Títeres del Parque, plantamos una banqueta de casa y al cabo de unos minutos había decenas de chavales como nosotros compartiendo su arte. Fue muy bonito.
P: ¿Por qué con k?
R: Porque el nombre lo tomamos del griego, ya que estudiábamos letras. Y además visualmente queda más atractivo.
P: ¿Cuál es vuestra relación con el noble arte de la poesía?
R: Aunque cada uno lleva una relación personal, recita y escribe más o menos, y lo vive de una manera diferente, como colectivo yo creo que es una relación de verdadero amor. Si no amásemos la literatura, la poesía y todo lo que viene asociada a ello, no llevaríamos cinco años al pie del cañón. Eso hace también que estemos abiertos a todo tipo de poesía y de eventos, luego cada uno tiene sus gustos personales, efectivamente, pero como colectivo nos encanta que la gente escriba y comparta y lo mínimo que podemos hacer es dar una casa a la gente que, como nosotros al principio, no tenga donde recitar.
P: ¿Cuáles son vuestros perfiles?
R: Entre semana cada uno de los miembros de la actual organización es una cosa: estudiante, maestra, arqueólogo, periodista, artista audiovisual…Pero cuando celebramos un evento, todos tenemos el mismo perfil: gente joven dispuesta a escuchar y ser escuchados, movidos por el amor al arte, a la cultura y a la poesía…Y por supuesto, con muchas ganas de pasarlo bien en nuestros eventos, nada de caras largas ni recitales solemnes –aunque siempre tienen sus momentos-.
P: ¿Cuál es la diferencia, por ejemplo, entre la Fundación Centro de Poesía José Hierro y vosotros?
R: Somos dos mundos totalmente diferentes: la Fundación Centro de Poesía organiza cursos, trae a auténticos pesos pesados a recitar, realiza grandes actos y custodia el patrimonio artístico de José Hierro. Nosotros nos movemos en ámbitos más desenfadados, no podemos traer a esos grandes nombres y está más pensado como un espacio de compartir, donde puedas recitar sin problemas y sin necesidad de tener un renombre o libros publicados. Es una actitud más diferente, más underground que se diría…
Ahora, todo esto no quiere decir que no tengamos buenas relaciones con el centro. Allí celebramos un año un curso de poesía, “Diversos” que llevaba Héctor Guedeja y durante dos años organizamos el festival “Poeticon”, donde con el apoyo del Centro trajimos a artistas conocidos y montamos una pequeña feria de editoriales. Fue bonito colaborar.
P: El mundo poético, bastante a menudo, tiende a ser elitista, ¿es posible defenderlo desde abajo?
R: El elitismo en la poesía hoy no tiene sentido y es todo lo contrario al espíritu de Akrópolis. Te puede gustar algo más o menos, puedes llegar a entender mejor o peor un poema, pero en el fondo todos somos gente que escribe y cuenta lo que piensa y siente. Puedes escribir para unos pocos o para muchos, pero no nos gusta que se niegue el acceso a nadie a la poesía y por eso hay que defenderla desde abajo.
Esa es nuestra filosofía y por eso en uno de nuestros recitales pueden juntarse un invitado con poesía de estilo clásico, otro con poesía más de estilo contemporáneo y ‘juvenil’ (sin intención menospreciar) y otro de poesía de vanguardia. Algunos te gustarán, otros no…pero ahí están, recitando para que los escuches. Esa es la mejor defensa que se puede hacer.
LA JUVENTUD COMO ADN
P: ¿Quiénes pueden agrandar Akrópolis y qué se les pedirá?
R: Todos pueden y no pedimos nada. Si les es posible que vengan a un recital, a probar el microlibre y de ahí ya entablamos relación…Y si no pueden porque viven lejos, que nos sigan en redes sociales para mantener el contacto. Queremos ser amigos, no socios ni inscritos ni nada de eso…
P: ¿Jóvenes y poesía: es una combinación posible?
R: Os invitamos a venir a uno de nuestros eventos y a comprobarlo. No es que sea posible, es que cada vez la gente que recita es más joven y lo hace mejor: hay gente que no llega a la mayoría de edad y demuestran un enorme potencial. Contra todo prejuicio, esa es la realidad: a pesar de las múltiples opciones de ocio que existen, hay muchos jóvenes que disfrutan con esto.
P: ¿Cómo valoráis la acogida y respuesta a cada una de las actividades durante este lustro de vida?
R: Pues tanto si has recitado con nosotros, como si has venido de público alguna vez o nos sigues en redes: gracias. Esa es la palabra que mejor define la acogida de estos cinco años, sin ellos esto no existiría.
P: ¿Qué le ‘debe’ Akrópolis a ‘El Violín’, epicentro cultural de Getafe?
R: Todo. Han sido muchos años y eventos y nos abrieron sus puertas sin apenas conocernos, desde el primer momento. Aunque a veces recitemos en otros espacios por características del evento o por invitaciones, cuando estamos en ese bar con olor a canela nos sentimos en casa. Sólo podemos agradecerlo.
LA SANA COMPETICIÓN Y EL FUTURO
P: Resulta muy interesante eso del Slam: ¿cómo es el competir sanamente en la poesía?
R: Por sus reglas, por la gran cantidad de público y lo interactivo que resulta, los slams son nuestros recitales más divertidos. La competición es sólo una excusa para sacar tu mejor poema: ese que hace al público reír, llorar o indignarse. Nos lo pasamos en grande en estos eventos y la competitividad apenas es perceptible. Incluso hay gente que compite contra sí misma comparando las puntuaciones de los diversos slams en los que participa.
P: ¿Hacia dónde miran vuestros próximos versos?
R: Miran al futuro, a seguir organizando eventos con la misma filosofía, mejorando en lo que hacemos mal y manteniendo lo que hacemos bien. Vamos a seguir defendiendo la poesía desde la periferia de Madrid junto a organizaciones hermanas como Alza la Voz. Ah, y también en ese futuro tenemos alguna que otra sorpresa guardada en la manga y otras muchas por confirmar, pero eso ya es otra historia…
P: ¿Recibís algún tipo de apoyo institucional local?
R: Tenemos una excelente relación con el Ayuntamiento de Getafe, con el área de Cultura en general y con el de Literatura en particular. Ya hemos montado muchas cosas y estamos preparando otras que van a ser todavía mejores… Pero es apoyo en cuanto a eventos: no hemos recibido, ni queremos hacerlo, ningún tipo de dinero o subvención. Parece imposible, pero cinco años después aquí estamos, sin haber tocado un euro, sólo tenemos nuestra motivación y así nos va de perlas… Si se mete el dinero y papeleos de por medio, esto no funcionaría igual y traería problemas que queremos seguir evitando.