La moneda de cinco duros, niquelada con la cara de Franco, entre Las Margaritas y la Calle Zafra era el seis de agosto de 1982. Era una camiseta blanca con rayas naranjas, cuarenta y pocos kilos de esperanza y comezón. Después llegó, lo que llegó después. El café librería “La Tertulia” y Cadaqués. El ciclomotor PUCH X-10 y el polígono entre Humanes y Fuenlabrada mi primera “negrería” de artes graficas. Los sábados por la mañana, cuando se paraban las máquinas “el Jefe” me mandaba limpiar su “Mercedes”. Nada había comenzado, solo se podía estrenar.
Me compré una Vespino negra de 49 cc. a cambio de la petarda roja, que todos los inviernos me dejaba tirado, y cinco mil pesetas. En Motos Macario un alargado pasillo oscuro, museo de extraordinarias herramientas, al lado del Colegio de los Escolapios. Queríamos en el día de la República, no pudo ser, fue en Navalcarnero en el ochenta y siete.
Pasaron muchas cosas, siempre sucede a poco que te pongas. Viajes, disgustos, besos, madrugones, nacimientos… Aquí encontré una hoja suelta:
Primera quincena de Septiembre 2012
Barruera (Lérida) Parque Nacional de Aigüestortes
La idea es volver. Todo el mes de Junio de 1991, lo pasamos en una casa rural del pueblecito de Barruera. Carmen tenía quince meses. Miguel Andrés se las llevó en su Citroën y yo me fui con la Yamaha 250 sr negra. Por cierto, me cascaron una multa, por no llevar encendidas las luces al mediodía, por tierras zaragozanas. Fue un mes estupendo por el pirineo catalán y en el valle del Boí. Los tres y la moto.
Ahor, pretendemos volver a Casa Carla, la misma en donde nos alojamos hace 21 años, en Barruera. Del 4 al 11 de Septiembre del 2012. Carmen terminará su carrera de Medicina, le gustaría especializarse en Inmunología. Hablamos de una multinacional que se llama “Monsanto” de semillas, transgénicos, de “Bayer” y la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos, del cambio climático. A la orilla del Noguera de Tor olfateando el té de río. El tiempo está loco. Su madre y yo; ya no vamos en moto.
Pasaron muchas cosas, siempre sucede a poco que te pongas. Viajes, disgustos, besos, madrugones, funerales… Aquí encontré una hoja suelta:
Primera quincena de Abril 2020
Getafe (Madrid) Confinados en casa.
Nadie llama por teléfono, podríamos desparecer y tardarían en darse cuenta. Nuestra hija está muy lejos, cuidando a los demás. No me gustan las motos y tengo más canas que pelos. Ayer buscamos mis gafas durante horas, por el piso de cincuenta metros cuadrados. No encuentro guantes, mascarillas antivirus ni gel desinfectante. Una vez a la semana bajo al garaje público para arrancar mi pequeño utilitario, le dejo al ralentí unos veinte minutos, para que no se le vaya la batería.
