Hasta el 26 de julio se puede visitar esta exposición colectiva de fotografía compuesta por más de 50 obras de gran formato.
En la sala C del CEART, Clara Graziolino muestra sus esculturas en cerámica de la serie ‘Cotidiana. Segundo tiempo’, y Aarón Sanromán ‘Vacación’.
♦ Con la colaboración de Canon España, nace un nuevo proyecto expositivo y editorial, “El Final de la Aventura”, que recoge las mejores fotografías realizadas por los asistentes a las Masterclasses de José María Mellado desde el año 2012 a 2015, realizadas en Cabo de Gata, Cuba e Islandia.
Una exposición colectiva que tendrá carácter itinerante y recorrerá varios países como España, Colombia, Ecuador, Chile, Argentina, México y Perú, siendo el CEART su excepcional punto de partida. Con más de 50 obras de gran formato impresas con los sistemas Océ Arizona de Canon que utilizan la última tecnología de impresión inkjet UV.
Las obras presentadas han sido seleccionadas por un jurado independiente de prestigio. Los criterios de selección se basan en la calidad de las imágenes y en la armonía de la propuesta final conjunta. El total ha sido de 51 participantes, de los que han salido 56 fotografías que formarán parte de la exposición.
El propósito de este proyecto es dar voz a fotógrafos amateur pero de excelente calidad y permitirles que puedan ver sus trabajos expuestos y formando parte de una exposición de calidad. El proyecto expositivo se complementará con un catálogo que reunirá no sólo las 56 fotografías seleccionadas para exponer sino las que quedaron finalista, también de excelente factura.
“Aunque he realizado incontables talleres en estos últimos años, es en el 2012 cuando realicé la primera masterclass, entendida como un viaje con un grupo reducido de fotógrafos donde el propósito fundamental no es aprender técnica sino compartir la experiencia de la búsqueda, entrenar la mirada y corregir errores en busca de la mejor foto.
Durante cada uno de los pasados cuatro años he visto con gran satisfacción cómo algunos/as han experimentado un notable avance tanto en la técnica como sobre todo en la conformación de un estilo propio. El ver cómo crecían como fotógrafos ha sido una experiencia muy enriquecedora para mí”.
Clara Graziolino. ‘Cotidiana. Segundo tiempo’
Por su parte, hasta el 26 de julio de 2016, Clara Graziolino (Turín, 1975) expone en la sala C del CEART ‘Cotidiana. Segundo tiempo’. Se trata de la continuación de una primera serie de esculturas en cerámica que la artista italiana Clara Graziolino empezó en 2014.A través de piezas de medio formato y obras murales inspiradas en las calidades y texturas de los objetos que nos rodean en la vida diaria, la artista nos habla de su búsqueda de la belleza en la sencillez de lo cotidiano, como si tratara de crear unos haikus con el barro. Papeles arrugados, paquetes postales, tubos desinflados, almohadas y telas amontonadas son presentados en un nuevo contexto y coloreados con esmaltes que ocultan la materia cerámica que los compone, generando dudas y preguntas en el espectador, que no sabe si está mirando una pieza de hierro, de mármol o de piel.
Las obras de Clara Graziolino, que vive y trabaja entre Turín y Madrid, son parte de colecciones privadas en Madrid, París, Milán, Londres y Nueva York.
Después de licenciarse en Historia por la Universidad de Turín y conseguir el diploma de restauradora de cerámica y piedra por el Istituto per l’arte e il restauro de Florencia, en 2003 Clara se mudó a Madrid para profundizar en sus conocimientos sobre cerámica.
Practicando bajo la guía de reconocidos maestros en los talleres de la Escuela de cerámica de la Moncloa, la artista ha ido desarrollando su propia visión y su personal enfoque sobre la cerámica contemporánea, integrando en su poética sus intereses por la historia y la danza.
Aarón Sanromán: ‘Vacación’
También en la sala C del CEAR, y hasta el 27 de julio, Aarón Sanromán, expone ‘Vacación’, muestra en la que recrea su visión del concepto de vacaciones, «ese que nace a raíz de la capacidad comunicativa y transitoria del ser humano. Es a partir de la red de carreteras (s. II – Adriano) y el sistema de postas de Oriente (Marco Polo) que comienza a instaurarse en la sociedad ese espíritu viajero. Aunque no es hasta el siglo XX cuando se implanta como un derecho de cualquier trabajador para evitar estrés u otras patologías y así aumentar su productividad».
«La paga extra, la publicidad, el turismo organizado y la expansión y accesibilidad de los diferentes medios de transporte han permitido que sean las fechas más deseadas, un objetivo señalado y subrayado en nuestro calendario».
«Nuestra imaginación contiene por defecto un archivo vacacional que corresponde a una serie de imágenes que de forma subliminal han sido asociadas tal como un “pantallazo”: aguas paradisíacas, cascadas, un atardecer en la playa tumbado en la toalla,… De la misma manera, es durante esas fechas cuando los museos se convierten en ese “lugar de vacaciones” recurrente. Esta serie de patrones es resultado de una proyección ilusoria, como un espejismo que responde a ciertos cánones predeterminados socialmente. Dicha imagen conduce nuestra voluntad, nuestro viaje a través de esas postales, para la creación de un archivo vacacional propio».
‘Vacación’ narra ese trayecto a través de la deconstrucción del paisaje como objeto virtual, para transformarlo en una realidad objetual que transfiera los elementos materiales, con otro significado diferente, a un contexto espacial que actúa como intermediario entre el mundo digital y el real.
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