Cuando las administraciones públicas pretenden colar algún marrón a los vecinos más atentos, generalmente asuntos urbanísticos, utilizan el mes de agosto para realizar trámites que en otra fecha provocarían el levantamiento y la protesta de los vecinos. Y así ha sido de nuevo. El Ayuntamiento de Getafe, con una alcaldesa en funciones, aprobó el día 1 de agosto la resolución para dar [poca] publicidad a la petición de la empresa Fuenlabradadis SL, —franquiciado de la empresa E.Leclerc en la localidad vecina, una licencia de actividad para una gasolinera en el barrio de Buenavista, a escasos 12 metros de un edificio de viviendas y del Parque de la Alhóndiga-Sector 3, concediendo veinte días «a fin de que quienes se consideren afectados de algún modo por la actividad de referencia puedan formular por escrito las observaciones pertinentes».
Desde hace casi año y medio se sabía que E.Leclerc había adquirido una parcela. Muchos vecinos veían con buenos ojos que —como ha pasado en Los Molinos con Mercadona— hubiera un mercado en que acercase la compra a los vecinos del barrio. Sin embargo, a la vista de los acontecimientos, la enseña de E.Leclerc reservaba una sorpresa. No iba a competir con el Alcampo. Solo quería montar una gasolinera. ¡Menudo chasco para los vecinos! Y además, contando con la ‘traición’ a los vecinos… y eso a pesar de la más que publicitada participación vecinal. Hay formas menos peligrosas de tomar el pelo a los vecinos.
El Ayuntamiento de Getafe no solo ha actuado con ‘agosticidad’ sino que, a la vista de la publicación oficial lo ha hecho con un cierto ocultimo y premeditación al ubicar la actividad de manera críptica «en paraj. VP “Buenavista”, 2M» en lugar de su dirección desde hace años, —y como seguramente figura en la escritura de adjudicación de la parcela, hoy avenida Mari Pepa Colomer. La licencia de actividad está solicitada por la empresa Fuenlabradadis SL, franquiciado de E.Leclerc, aunque la parcela fue adjudicada por el Consorcio Los Molinos Buenavista a la empresa Sofiespa SL.
El Boletín oficial de la Comunidad de Madrid lo publicaba el día 9 de agosto. Y a partir de ahí se hizo evidente el peligro y empezaba a correr el plazo concedido para justificar los perjuicios… Pues parece que no son evidentes a los ojos de las autoridades municipales y regionales. O, quizás, el edil de Urbanismo y Sostenibilidad no conocía la ubicación de la actividad. A pesar de las fechas —prácticamente inhábiles— y la solana, más propicia para largas siestas que para la reivindicación, un vecino del Barrio [Ángel Horrillo Molinero] inició la batalla en internet y en las redes sociales con una recogida de firmas en contra de la gasolinera a través de la plataforma www.change.org. Al día de hoy lleva recogidas más de 2.360 firmas que avalan la petición al Ayuntamiento de Getafe, a la marca E.Leclerc y a su franquiciado Fuenlabradadis SL.
Algunos vecinos afectados nos han hecho llegar por correo una carta dirigida a la alcaldesa en la que afirman que «estamos esperando a E.Leclerc con los brazos abiertos, pero no a su gasolinera.Veo que usted tambien se ha dado cuenta que el barrio necesita ya cierta infraestructura; no lo dudaba, pero no precisamente una gasolinera, dado que tenemos 2 en un radio de menos de 1 kilómetro y que no necesitamos evidentemente. No entendemos su celeridad en querer una gasolinera inútil, que perjudica a los vecino de multitud de formas dado que la situacion que han buscado es la mismisima puerta de nuestras casas,…».
También se dirigen a la empresa interesada para «amenazar con el boicot» si persiste en su idea de instalar la gasolinera. «Esperamos a E.leclerc con los brazos abiertos, pero no a su gasolinera; y si viene a pesar de perjudicar a los vecinos de esta zona, como comprenderán, nos veremos obligados a no participar de sus instalaciones, no ignoraremos los prejuicios y los riesgos que nos van a traer a la puerta de casa, nos veremos obligados a formar parte de un boicot a una empresa que estaríamos encantados de recibir con los brazos abiertos, pero no a su innecesaria gasolinera…».
La gasolinera
Al amparo del decreto de medidas de liberalización económica que aprobó el gobierno de Rajoy en 2013, han proliferado las gasolineras sin ningún control urbanístico; en parte por la referida ley y en parte por la desidia de las administraciones locales que no han sido capaces de ordenar esa avalancha que provoca la codicia y la falta de escrúpulos empresariales. En algunos municipios como Leganés se aprobó una moratoria a la concesión de licencias de gasolineras y una ordenanza que limitaba su instalación a determinada distancia de hospitales, centros de salud, residencias, colegios y viviendas. Sin embargo, en Getafe —a pesar de no ser el primer conflico originado por la intención de ubicar una gasolinera cerca de viviendas— ni el gobierno municipal ni la oposición habían propuesto nada hasta ahora.
La gasolinera proyectada es un autoservicio con 4 surtidores de combustible y dos depósitos de 40.000 litros cada uno. Entre los inconvenientes, —algunos insalvables a pesar de la Ley estatal— está el peligro para las personas por el evidente riesgo de contaminación por los gases y partículas que nadie garantiza que no se vayan a emitir, el ruido que incumplirá sin contemplaciones la ordenanza municipal de medio ambiente y el riesgo de contaminación de las aguas subterráneas, a escasos metros del depósito del agua del Canal de Isabel II y del segundo anillo de distribución de agua regenerada que nutre a municipios como Leganés, Fuenlabrada, Parla o Pinto. También se antoja como una amenaza real para las aguas que nutren el parque de la Alhóndiga-Sector 3, el mayor pulmón del casco urbano de Getafe.
Además del aumento del tráfico de camiones cisterna y de vehículos particulares en una zona residencia y dominada por el medio ambiente, los vecinos recalcan los riesgos sanitarios de las estaciones de servicio. Según algunos estudios la cercanía de las viviendas a una gasolinera multiplica por cuatro el riesgo de leucemia infantil a causa de las emisiones de gases, sobre todo de bencenos, y otras partículas. De hecho, el benceno está catalogado como carcinógeno de primera categoría.
Movilización y alegaciones
El pasado día 22 los vecinos se reunieron para tomar la decisión de presentar alegaciones antes del día 2 de septiembre cuando finaliza el plazo de información pública. En este enlace se pueden leer las alegaciones. Los vecinos afectados quieren que el mayor número de vecinos las descarguen, las firmen a título individual y las presente antes de esa fecha en el Registro del Ayuntamiento para que el Ayuntamiento dé marcha atrás en la concesión de la licencia. La alcaldesa no estuvo en la reunión, ni se la esperaba. Menudo pringue.
Tres días después, el Partido Popular de Getafe [tras reunirse con vecinos] sacó una nota de prensa posicionándose con los afectados y anunciando que el PP de Getafe también presentaría alegaciones basadas en las reclamaciones vecinales y participando de las críticas contra la instalación de la gasolinera y los riesgos que supone paa los vecinos y el medio ambiente. La nota de prensa recoge, una a una, las preocupaciones de los vecinos y subraya que «está a favor del desarrollo económico de la ciudad y de la implantación de nuevas empresas en el municipio, pero sin que esa situación suponga un claro perjuicio para los vecinos». Bien. Por fin los vecinos son más importes que los intereses espurios de una empresa.
Por último el PP recordaba que en 2014, y después de atender las peticiones de los vecinos, el Gobierno municipal de Juan Soler desechó la idea de instalar una estación de servicio en una parcela de Getafe Norte, ubicada entre la A-42 y la M-45, moción que se aprobó en el pleno con los votos de todos los partidos. A pesar del paralelismo y de la afección al bienestar de los vecinos, no se trata de la misma situación; la parcela de Getafe Norte era de propiedad municipal y se iba a vender para tal efecto. La solución era fácil. No se vende y no hay gasolinera. Ahora es distinto. La parcela es privada y salvo que se compruebe que el informe de impacto medioambiental esté falseado, es más difícil retrotraer las actuaciones del gobierno municipal. Por un lado los vecinos y por el otro lado, el interés económico de la empresa y la amenaza permanente de la prevaricación administrativa. Es posible que sea más fácil negociar y permutar la parcela por otra alejada de zonas residenciales. Seguro que el Ayuntamiento tiene patrimonio para eso…
Al día siguiente, administrado la información con la patata caliente encima de la mesa, el PP proponía la elaboración de una ordenanza «para regular la instalación de nuevas gasolineras con el objetivo de garantizar la seguridad de los vecinos y evitar daños medioambientales». Al menos, uno de los grupos municipales se movía en la dirección de los vecinos. Además, el PP animaba a los vecinos a firmar en www.change.org y presentar alegaciones.
El gobierno municipal ya había mostrado sus cartas. Sí a la gasolinera y rápido; sin participación ciudadana, sin bombo ni platillo. Del resto de grupos de la oposición, nada se sabe. Los ediles de Ciudadanos y Ahora Getafe, lejos de Buenavista, disfrutaban de sus vacaciones o no se daban por enterados del problema.
A fuerza de engordar la pelota, sumar firmas y apoyos, apareció una nota de la Alcaldesa para decir que estudiarían la petición de licencia sin mucho énfasis; y —como siempre— responsabilizar al PP de la gasolinera de Buenavista [y de todo lo malo —a sus ojos— que pasa en España]. Ella, Sara Hernández, siempre tan pura y entregada a los vecinos, se lavaba las manos con agua para espantar el olor a diésel. Hasta el concejal de Urbanismo [bueno sostenifbilidad, dicen el gobierno local] ha soltado su frasecita particular y que parce que se la tenia guardada., Según Jorge Juan Rodríguez Conejo van a exigir «más del mínimo para la licencia» sometiéndo a una evaluación medioambiental. ¿No hay informe de impacto mediambiental en la petición de licencia? Buen, luego Rodríguez Conejo lo arregla y dice que van a requerir «un acondicionamiento de la parcela que moleste lo menos posible a los vecinos, entre otras cuestiones». ¡Vecinos, a darse por jodidos! El edil de sostenibilidad da por hecho su instalación. O no se entera de lo que dice,
Sin embargo, —ese es el problema de ser a la vez la Dra. Jekill y Ms. Hyde— las declaraciones dejaban en evidencia la [falsa] política vecinal de la Alcaldesa. A la vista del ridículo y de las consecuencias mal valoradas inicialmente con la forma de afrontar la concesión de la licencia, un PSOE local absolutamente esquizofrénico intenta en el último momento, —tras comprobar el fiasco de su estrategia como partido de gobierno— ponerse del lado de los vecinos y asegurar que van a presentar alegaciones. Pero, hombre de dios [Angel Bustos], si son ustedes el gobierno; ¡Denieguen la licencia por suficientes razones que se dan! No nos hagan sonrojar con su [des]vergüenza como políticos.
Crompromiso social de E.Leclerc
No vamos a dejar la responsabilidad de la marca que ampara a la empresa de Fuenlabrada. Según la página de E.Leclerc «es necesario proteger el medio ambiente contra los excesos del productivismo económico. En este frente, E.Leclerc libra batallas muy concretas, reciclaje de residuos, lucha contra el despilfarro de embalajes, lucha contra la contaminación del agua, de las costas y de los bosques; acciones pedagógicas para fomentar el compromiso cívico…»
Creo que está dicho. E.Leclerc podria obligar a Fuenlabradadis SL a retirar la petición de licencia o, por el contrario, retirar ese párrafo de su ideario y de sus propósitos de responsabilidad socialpor publicidad engañosa. Será responsable de la codicia empresarial y de procurar el ‘productivismo económico’ a costa de la salud de los vecinos y del medio ambiente. ¿Será, entonces, mentira todo de lo que presume E.Leclerc?
FOTOGRAFIAS: Las imágnes publicadas en esta información han sido aportadas por Kike Gómez, un vecino del barrio. En ellas se puede comprobar la cercanía de la gasolinera con las viviendas y las vistas.