► Nace su decimoquinta obra, Toda la luz es nuestra de Espacios Ediciones
Empezó a publicar con tan sólo 29 años, hoy tiene 61. Santiago Gómez Valverde, nacido en la Plaza de la Fuente Honda, es un reconocido poeta y artista leganense, con el que nuevocronica.es vuelve a conversar para acercar su trabajo. En esa línea, entre sus obras más famosas está La Palabra y el Tiempo o el himno Siempre seremos el Lega, del que es compositor. Se trata, pues, de un prolífico autor en toda regla cuyo último trabajo lo trae de la mano ‘la niña bonita’. Toda la luz es nuestra, de Espacios Ediciones, es su decimoquinto racimo de palabras. Este poemario será presentado el próximo tres de diciembre en la Asociación General de Autores, a cargo de Juan Carlos Mestre y Pablo Guerrero. El acto, como no podía ser de otra manera en Santiago, tendrá reservada una parte a la música. De hecho, él afirma que tanto la literatura como la música le “cogen de la mano y me llevan por dónde ellas quieren”.
Esta publicación ha hablado con Santiago Gómez, quien admite que él no planifica exactamente los libros, “yo sólo espero al primer verso, que es el que te regalan los dioses, que diría Octavio Paz. Son poemas que salen y llega un momento en que empiezan a adquirir un orden, temático o formal, y cuando me doy cuenta ya tienen una unidad, aunque yo no quiera buscarla, porque se han situado en mi biblioteca imaginaria”. Además, Santiago nos comente su modus operandi, “a partir de todo lo anterior, voy grabando en el teléfono los distintos versos que se me vienen y voy construyendo el poema. Después, llego a mi casa y ya es frente al ordenador cuando le doy forma literaria. Ahí aparecen los nombres y todos esos ladrillos que construyen vida” y resume que “en cierto modo, es todo aquello que me gustaría que respirara por todos los poros de este pulmón, que es el nuevo poemario que he publicado”.
Los perfumes de Santiago
¿Y qué luz contemplaremos en este poemario? “Pues intento transmitir mis perfumes, mis emociones. Digo mediante estas palabras lo que pienso de la vida, del amor, de la muerte, tan presente en mí desde que, en febrero, falleció mi madre, a la que está dedicado este libro”. Doña Patro fue y será, sin duda, una figura inefable en la vida de Santiago. A ella va dirigido el epitafio de la contraportada: “qué sencillo es morir, sólo cerrar los ojos o dejarlos abiertos para siempre”. Y los poemas de amor, “a Rocío, mi pareja desde hace ocho años. Tengo claro que si no escribiera, si no viera esa luz, dejaría de respirar”. ¿Y desde los 29 hasta ahora ha cambiado mucho Santiago? “Mi esencia es inmutable, como dirían los griegos, lo que sí ha ido variando son las distintas metas volantes de mi vida. Y los golpes, los aciertos, las desgracias; el contraste en definitiva…”
No obstante, toda vez concluida cualquier obra que se precie, Gómez Valverde asegura que “nunca está satisfecho”. En eso, quizás se parezca a los grandes artistas… “Pues será en lo único-risas-, no sé si realmente lo soy… Sólo miro mi obra por el espejo retrovisor cuando tengo que hablar sobre ella. Una vez fui a dar a una charla a COU y cuando empezaron a interrogarme no pude reencontrarme con aquella palabra que había escrito yo mismo previamente. Yo nunca me leo. Me puede pasar como aquel que estaba dando una conferencia en el Ateneo y se quedó dormido dando su propia conferencia. Entonces, para evitar ese estado nunca lo hago, aunque, como mecanismo de defensa, sí que releo mis versos, para que no me pillen”.
Gómez Valverde cree que “siempre hay luz” y hace especial hincapié en la palabra porque “es la que nos une. Hablo del lenguaje como nexo que se estructura a través de la palabra para aproximarnos a nuestro semejante y expresar emociones que llevamos dentro porque el ser humano vive mucho en soledad, y encima en la era de la cibernética… Y tendemos a dialogar con nuestros semejantes de una manera virtual”. Y es que piensa que “cada día estamos más solos” y que por ello debemos “tonificar el músculo de la palabra”. Esa es la oportunidad que nos brinda con Toda la luz es nuestra.
Espacios Ediciones
En el capítulo de los agradecimientos, el poeta ha querido manifestar su reconocimiento a Rosenda Fernández y Fernando Cabal, directores de la editorial Espacios Ediciones, “soy un afortunado de volver a editar este libro con dos personas que tienen una sensibilidad exquisita. Siento una inmensa gratitud”, así como a Adriana Veyrat, hija de Clara Janés, “que ha aportado la imagen radiante y misteriosa de su fotografía para vestir la portada”.
La obra ya ha recibido numerosas críticas positivas. Una de ellas es la de Cristino Vera, pintor con exposición actual en Caixa Fórum: “Tus palabras llevan claves para que ella (la luz) nos inunde y al morir cambie sangre por luz”, sentencia Vera.
Un nuevo trabajo de este amable y cercano creador local. Santiago es música y poesía. Y aunque, de hecho, para él no haya muchas diferencias “entre las dos”, con el paso del tiempo “me inclino más a la lectura del significante que del significado. Esto quiere decir que concuerdo más con el aspecto musical que con el aspecto semántico…”