♦ La memoria histórica de la mayoría de los ciudadanos, la de los políticos de nuevo cuño que nos gobiernan y la de los que nos quieren gobernar, es exigua. En referencia al proyecto publicitado esta semana pasada, tras la negociación de Sara Hernández y Manuela Carmena *, para acondicionar la ribera del Manzanares, parece que nadie se acuerda que durante el mandato de Pedro Castro se aprobó un proyecto para tal fin, que además, contaba con financiación del estado y de la Comunidad.
La Alcaldesa ha presentado un nuevo proyecto a la Confederación Hidrográfica El Tajo tras llegar a ese presunto acuerdo con la Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena. El asunto es gastar dinero y olvidar lo que hicieron y consiguieron los antecesores en el cargo. Así, todo parece mérito propio. Igual ha pasado con la policía de barrio, con la parcela del Bercial cedida a la Comunidad de Madrid para Centro de Mayores. Y pasará con los Cuarteles de Aviación y otros proyectos que se interrumpieron con la llegada de Juan Soler.
Y si quedase algún recuerdo, como fantasmas pelmas, hay que procurar eliminarlos acudiendo al borra de la memoria histórica que no nos interesa para que desaparezcan, sea cual sea, la de Juan Soler, la de Pedro Castro o la de Jesús Prieto, por citar a todos los que han sido alcaldes.
Esta obsesión por ocultar el pasado ocurre no solo en el ámbito de la institución; en su partido, la Alcaldesa también ha ‘arramplado’ con la historia y los recuerdos del PSOE en la Casa del Pueblo. Pero esa memoria, lo bueno y lo malo que de todo ha habido, es difícil de barrer de un plumazo.
* El encuentro entre Alcaldesas sería para cosas más importantes, suponemos, como la participación del PSOE en el gobierno de Madrid o la Asamblea de la Federación de Municipios de Madrid para la elección del nuevo presidente o presidenta.
LA IMAGEN: Jesús Prieto de la Fuente se dirige al público después de ser elegido Alcalde democrático de Getafe tras los primeros comicios locales celebrados el 3 de abril de 1979. Observése el magnífico mural que había en el salón de plenos y que se esfumó de las paredes pero no de la memoria de las gentes…
