“El incumplimiento del plan elaborado por el Ministerio de Sanidad para el abordaje de esta enfermedad carece de financiación y está creando inequidades en el acceso a los tratamientos en función de las comunidades autónomas”, denuncia la Organización Médico Colegial española.
♦ El pasado domingo, 10 de enero, hizo un año que varios cientos de miles de enfermos de hepatitis C, acompañados de sus familiares y amigos, marcharon desde el hospital 12 de Octubre hasta las puertas del palacio de La Moncloa, sede del Gobierno, con la intención de exigir al presidente Mariano Rajoy que el sistema de Salud Pública suministrara, de una vez por todas, los nuevos fármacos que curan de forma definitiva a los enfermos afectados por la hepatitis C.“Tratamientos para todos”, “No son muertes, son asesinatos”, eran algunos de los slogans que la multitud fue denunciando a voz en grito por la Gran Vía madrileña aquella mañana de domingo. Nunca se había visto una manifestación tan multitudinaria de enfermos peleando por su salud y su vida desde los tiempos terribles de la colza allá por los años setenta del siglo pasado.
Cuando los manifestantes llegaron a las puertas de La Moncloa, el presidente del Gobierno no salió a recibirles, estaba celebrando una reunión con los dirigentes de su partido en la ciudad de Toledo. Una vez más, Mariano Rajoy hac-ía oídos sordos a las demandas de los ciudadanos; sin embargo, se vio obligado hacer unas declaraciones a la prensa: “Ni un solo ciudadano español al que un médico le prescriba un medicamento se quedará sin ese medicamento”. Al día siguiente, el nuevo ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, afirmaba con todo el descaro —a pesar de los muertos a causa de la hepatitis C— que lo primero que había que hacer era crear un comité de expertos que se iba encargar de elaborar un Plan Nacional contra la hepatitis C en vez de afrontar el problema de una vez por todas.
Pasaron varios meses y, por fin, en el mes de abril, se hacía público el mencio-nado Plan en el que se decía que en nuestro país había 95.524 enfermos de hepatitis C diagnosticados pero que tan solo se tenía la intención de tratar a 51.964 con un coste de 727 millones de euros a lo largo de tres años.
La Organización Médico Colegial junto con la plataforma de enfermos de hepatitis C denunciaban el pasado mes de diciembre: “El incumplimiento del plan elaborado por el Ministerio de Sanidad para el abordaje de esta enfermedad al considerar que carece de financiación está creando inequidades en el acceso a los tratamientos en función de las comunidades autónomas”. Esta semana morían tres enfermos de hepatitis C en Galicia a los que no se les había dado los antivirales que les había podido salvar la vida.
Al parecer, la Comunidad de Madrid es la única comunidad que ha dado pasos para solucionar el problema suministrando el antiviral a los enfermos que el virus ha comenzado a arruinarles el hígado, los F-2, los F-3 y los F- 4, a costa del presupuesto de los hospitales. Lo curioso es que el mencionado Plan no tiene en cuenta al 30% de los afectados, un total de 28.657 según las cifras del ministro, los F-0 y F-1 que, en opinión de más de un hepatólogo, son los pacientes ideales para suministrarles los mencionados medicamentos.