► Los impuestos en la ciudad democrática, publicado por El Viejo Topo, se puede adquirir en cualquier librería local
Ricardo Rodríguez presentó su último libro en la Asociación Ágora de Getafe este mes de octubre. Este poeta ganó en 2003 el premio de poesía Villa de Leganés con la obra Cucharadas de mar. La poesía es un arte inherente para este vecino de Leganés. Fruto de ella vendría esta primavera Rebato de amor, un poemario que, en palabras del autor, es “un llamamiento de amor, una convocación, o incluso una señal o voz de alarma dada por el amor a nuestros semejantes”. También cuenta con novelas como La moral del verdugo o El Secreto de Sócrates.
No obstante, más allá de su faceta literaria, ha ejercido como funcionario de la Agencia Tributaria durante más de veinticinco años en diferentes destinos. Eso le ha llevado a configurar su último libro, Los impuestos en la ciudad democrática. Rodríguez admite que le gusta combinar ambas caras y asegura que se puede hablar de impuestos sin resultar un tema árido.
Para Rodríguez una seña de identidad en este género que trata en esta oportunidad es que “no es necesario tener conocimientos previos de fiscalidad, pero sí una lectura atenta. He evitado caer en una repetición de lugares comunes en el debate político y periodístico sobre impuestos, me parece que puedo aportar algo más. No es un libro para especialistas, sino para hacer ver cómo funciona en la práctica el mundo de la fiscalidad al público en general”. El proyecto es un compendio entre una recopilación de artículos ya escritos por parte del autor sobre la materia y un ensayo nuevo que se titula Anatomía del Fraude Fiscal en donde intenta acumular las conclusiones dadas por su experiencia en la Agencia Tributaria de más de 25 años.
Uno de los temas tratado versa sobre las diferencias en este ámbito entre ‘comunes’ y poderosos. “Está la idea, repetida mucho en el libro, de que la enorme complejidad del sistema tributario y de los procedimientos son un lastre para los ciudadanos comunes, pero son una gran oportunidad para las grandes fortunas y grandes empresas que tienen ejércitos de asesores que pueden aprovechar esos huecos legales precisamente para eludir los impuestos”, manifiesta Ricardo mientras añade sobre la gestión política que “la sensación del ciudadano de pagar muchos también depende lo que recibes. Hay países con tributaciones muy altas, pero con muy buenos servicios y de mucha calidad a cambio”.