En la madrugada del domingo se adelanta una hora de las 2 a las 3
♦ En la madrugada del domingo se tiene que hacer el cambio de hora, llevando la manilla de las horas de las dos a las tres. Y si no, por la mañana. Toca devolver la hora de más que nos ‘concedieron’ en octubre. Con ese gesto que hay que repetir en todos los relojes de la casa y oficina, empieza oficialmente el horario de verano.
El cambio supone un ahorro potencial estimado de energía que podría alcanzar el 5%, según estimaciones del Instituto de Diversificación para el Ahorro Energético (IDAE). El adelanto de la hora está fijado por una Directiva Comunitaria del año 2000, por lo que rige en el conjunto de la Unión Europea el «cambio de hora».
El cambio de hora se generalizó de forma desigual desde 1974, a raíz de la primera crisis del petróleo, por la que algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz solar y consumir menos electricidad en iluminación.
Antes del 1 de enero de 1901, la hora oficial de España era la que regía por el Meridiano de Madrid (3º 41’Oeste), aunque cada provincia tenía la hora local correspondiente a su Meridiano.
Con la entrada del año 1901, a las 0 horas del 1 enero, España adoptó la hora del meridiano de Greenwich 0º UTC 0h. o (GMT 0h.), y así la ‘hora local’ (HL) se correspondía con el Tiempo Universal Coordinado (UTC) u Hora del Meridiano de Greenwich (GMT).
El 15 de abril de 1918 se introdujo por primera vez el horario de verano o DST (Daylight Saving Time). Durante los periodos de verano, se adelantaba 1 hora, UTC+1h.
El 16 de marzo de 1940 a las 23h. se adoptó la hora del Meridiano 15º Este, UTC+1h. o (GMT+1h.) con lo que se establecía 1 hora de adelanto permanente con respecto al (UTC) o (GMT), y 2h. en horario de verano UTC+2h.
En 1981 se establece que el cambio de hora comience el último domingo de Marzo a las 2h. am. (+1 h.), y finalize el último domingo de Septiembre a las 3h. am. (-1 h.)
En 1996 se cambia el mes en que finaliza, que pasa a ser Octubre en lugar de Septiembre.
En España y la Unión Europea se aplica desde 1981 aunque el cambio de hora se producía en marzo y en septiembre. La Directiva de la Unión Europea se ha renovado desde entonces cada cuatro años hasta que en el año 2001 se consolidó su carácter indefinido. En 1996 se cambió el final del horario de verano del último domingo de septiembre al último de octubre.
La UE entiende en su Directiva que este cambio contribuye al «buen funcionamiento» de algunos sectores, como los de transportes y de comunicaciones, pero también otras ramas de la industria y, por ello requiere una programación a largo plazo.
Según el IDAE, tras analizar «exhaustivamente» las repercusiones, la medida tiene impactos «positivos» no solo sobre el ahorro sino sobre otros sectores como el transporte, las comunicaciones, la seguridad vial, las condiciones de trabajo y los modos de vida, la salud, el turismo o el ocio.
En concreto, el potencial de ahorro de iluminación en España por el cambio de hora puede llegar al 5 por ciento del consumo eléctrico en iluminación, un dato que equivale, según los precios de 2014, a unos 300 millones de euros, de los que 210 se ahorrarían en edificios del sector terciario y la industria y de 90 millones en las viviendas, es decir unos 6 euros por hogar.
En este contexto, el IDAE recomienda «contribuir» al ahorro energético durante todo el año haciendo un «uso inteligente» de la iluminación y propone seguir pautas o hábitos que pueden permitir un ahorro de hasta 100 euros al año «sin renunciar al confort».
Los inconvenientes surgen de las voces que avisan de los perjuicios de estos cambios. Una especie de ‘jet lag’ que desconcierta durante unos días al organismo.