EDUCACIÓN

Historia de una (posible) fusión entre los IES García Márquez y Pedro Duque de Leganés

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Fachada del IES Pedro Duque

“No me gusta llamarlo fusión sino OPA hostil”

Ambos centros cuentan con proyectos educativos singulares y muy diferenciados.

AMPA, profesores, alumnos y colectivos, en marcha para frenar esta fusión que sólo apoya el PP.

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Profesores, padres y colectivos manifestándose contra el cierre de aulas.

♦ El instituto Gabriel García Márquez celebraba el pasado mes de junio sus 25 años de vida. No siempre tuvo por nombre al gran maestro de las letras. En su más tierna infancia era llamado y conocido como el 13. Lejos de supersticiones, el número obedecía a la cantidad de centros que iba albergando Leganés. Cursos más tarde, se le bautizó. Las bodas de plata son, sin duda, sinónimo de Historia y de trayectoria en una ciudad donde el reconocimiento y prestigio de este centro educativo es consabido. Ni 12 meses han pasado de aquella tarde del 2 de junio, en la que se festejaba el cuarto de siglo, cuando ahora se le quiere anticipar una muerte.

En esta desaparición no se encuentra solo el I.E.S Gabriel García Márquez, le acompaña el I.E.S Pedro Duque. Como tal, este centro, segundo protagonista de este reportaje, no le podemos adjudicar la solera que propicia la edad. Este instituto es el fruto de la pretérita fusión entre el I.E.S Juan de Mairena y el I.E.S Octavio Paz, que eran de sobra conocidos. No en vano, también se ha convertido en una referencia para la localidad.

Ambos centros se encuentran en el barrio de Zarzaquemada, con la rotonda del famoso Quijote como marco. Se miran frente a frente, tan sólo unos metros los separa. Pero, es mucho más lo que los une. Tener proyectos educativos diferenciados y singulares y, sobre todo, su lucha para decir no a una nueva fusión que los haga desaparecer a ambos para crear no se sabe bien qué.

Una fusión que era un rumor durante varios años y que desmentía la Dirección de Área, pero que, de repente, se comunicó que se va a producir para el curso 2018-2019 como algo definitivo. ¿Qué futuro espera a estos dos centros? ¿Sus proyectos educativos tendrían vida más allá de una fusión? ¿Terminarán desapareciendo? No vamos a engañar. Son preguntas a las que todavía no se pueden responder con certeza. Sin embargo, sí que se puede afirmar que hay mucha gente dispuesta a impedirlo, a realizar todo lo posible e imposible para que ambos institutos continúen cumpliendo años por separado. En esa brega encontramos las AMPA, profesores, alumnos, sindicato de estudiantes, tejidos vecinales y (algunos) políticos.

Luciano Castillo es, desde hace dos cursos, presidente del AMPA del García Márquez. Él es consciente del rastro del instituto al que va su hija, “es un centro con un pasado muy favorable. No es que tenga un nombre o una bandera sino que el equipo humano que hay es que el deja la huella. Es una memoria que tiene que seguir”, afirma Luciano.

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Padres del IES Pedro Duque participando en actividades. De verde, Yolanda.

Yolanda Vidales lleva 10 años como presidenta del AMPA del Pedro Duque y tampoco quiere (otra) fusión, “aquí habría mucho que decir… Cada centro tiene su identidad, su proyecto educativo y su forma de trabajar. Nosotros ya hemos pasado por una fusión. La hemos superado y padres, alumnos y personal no docente estamos muy contentos con la directiva y con el profesorado. Todos los profesores van al unísono”, señala Yolanda al mismo tiempo que asegura que “creo que llevan mucho tiempo pensando en ello y que tienen muy claro el fusionar”. Vidales avisa de que esta probable fusión está teniendo ya consecuencias, “pusieron en marcha un proyecto de libro digital y el director ha decidido paralizarlo ante esta posible fusión. Si no se garantiza la continuidad de dicho proyecto para los sucesivos cursos…”.

TEA y discapacidad auditiva, proyectos de cada instituto

Hemos hablado de los proyectos educativos que tienen cada centro, pero no los hemos cifrado con exactitud. El García Márquez es preferente en TEA (trastornos del aspecto autista) y el Pedro Duque es preferente en alumnos con discapacidad auditiva. Pero, ¿qué daños ocasionaría una fusión? Es una pregunta que nos responde una profesora con larga trayectoria en el García Márquez. “Ser un centro relativamente pequeño propicia unas relaciones humanas profesor-profesor y profesor-alumno estrechas, de ahí una atención más particularizada y coordinación pedagógica más cercana. Ello nos permite experimentar metodologías más activas y una mejor organización en proyectos y actividades extraescolares a lo largo del curso académico. Pero, sobre todo, el principal argumento de la fusión es la incompatibilidad de los proyectos de cada centro. Además, uno de los colegios adscritos al Pedro Duque es bilingüe existiendo una alta probabilidad de que el futuro macro-centro se convierta en instituto bilingüe, una barbaridad que atenta contra la calidad de la educación pública”, explica esta docente, que prefiere mantenerse en el anonimato por pertenecer a la administración. Es evidente que a mayor número de alumnos, menor será la personalización. En esto también abunda la profesora del García Márquez, “esto pone de manifiesto la estrategia política de la LOMCE en cuanto a la creación de macro-institutos sin tener en cuenta las características particulares de los proyectos educativos. Prefieren eso en lugar de mejorar la calidad de la educación disminuyendo la ratio profesor-alumno y potenciando institutos pequeños donde hay una atención más cercana al alumno y padres”.

 

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Padres del IES García Márquez en contra de la fusión. De verde y a la derecha, Luciano.

 

En ese sentido, Luciano tiene una visión similar, “la Comunidad de Madrid quiere hacer centros franquiciados que sean iguales e idénticos. No quiere centros singulares como, por ejemplo, una clase con niños sordos o niños autistas. La convivencia y la inclusión social que se hace a nivel social son importantísimas. En un instituto muy grande, al final, se disipa la personalización hacia el proyecto”, opina el presidente del AMPA del García Márquez.

Yolanda nos pone un ejemplo práctico de esto, “nosotros tenemos años de trayectoria con niños sordos. Por tanto, hay un profesorado adaptado a ellos, profesores de apoyo, intérpretes del lenguaje de signos, un alumnado súper adaptado… El resto de los alumnos, en esa diversidad, crecen como personas en igualdad de condiciones. El IES García Márquez también tiene sus cualidades no menos importantes”, asegura. Son palabras que ratifica la profesora del IES García Márquez quien cree que los caminos de ambos centros deben continuar por separado, “el alumnado que atiende cada uno tiene características muy distintas. En cada centro, hemos recibido formación específica. Combinarlos en un solo sería no tener respeto al derecho a una educación inclusiva de los alumnos con dificultades específicas. Además, si se convierte en un centro bilingüe el sinsentido es mucho mayor”, opina. Queda claro, por tanto, que el número de alumnos aumentaría.

“Yo no soy profesora. Pero, está claro que si se masifican las clases la calidad de la enseñanza no será la misma. ¿Cómo va a ser igual un aula de 25 alumnos a una de 35? No hay el mismo tiempo para atender dudas, explicaciones, corregir trabajos, exámenes… Queremos centros donde los alumnos no sean números y estén atendidos por sus necesidades de enseñanzas “, señala Vidales quien ensalza el papel de los máximos responsables de su instituto, “tenemos una directiva que organiza muy bien y es el alma del centro”. No puede decir lo mismo Luciano, “la directora del García Márquez no es que le dé igual, es que realmente quiere la fusión. También es una imposición de la DAT. El día de la reunión en la DAT me dijo la directora que no yo no estuviese que ya estaba representado, y soy el presidente del AMPA”. Aunque, de los profesores tiene otra visión, “el claustro es increíble. Tenemos unos profesores con una gran accesibilidad. Estamos contentísimos con ellos y no queremos que haya incertidumbre y se produzca abandono por parte de los profesores”, expresa Luciano.

Es evidente que esta lucha ya ha comenzado. Esta misma semana, en una reunión entre las AMPAS, profesores, sindicatos de estudiantes, colectivos, cimentaron sus líneas de actuación. Están centrados en las propuestas de actuaciones para frenar la fusión. Entre ellas, colocar visibles pancartas en los centros, un acto reivindicativo al final de curso, recogida de firmas, solicitar al Ayuntamiento que haga pública su posición en este tema, contactar con los medios de comunicación, con antiguos alumnos…

El PP defendió en el pasado Pleno de abril esta fusión

Hilando con el terreno político hay que decir que sólo el PP apoya esta fusión. Luciano ilustra muy bien esta situación, “están mercantilizando la educación. El único partido favorable ha sido el PP, ni siquiera Cs. Hasta Cs que es la muleta del PP en la Comunidad de Madrid no la apoya. Si bien Cs incurre en contradicciones porque, por un lado apoyan las políticas de recortes y, por otro, no apoya la fusión. Aunque a mí, no me gusta llamarlo fusión sino opa hostil. Realmente en el mundo de la empresa ellos lo que quieren es reducir gasto sin importarles los prejuicios que puedan ocasionar, que los saben”. Efectivamente nadie dice que no se fuere a ahorrar, pero, como indica la docente del García Márquez, no es una solución; “masificar aulas, contratar menos profesores, escatimar recursos, fusionar centros, por supuesto que ahorra, pero empobrece la calidad de la educación. Y decir lo contrario es desconocer por completo el mundo de la docencia. Tengo que decir que la masificación ya la sufrimos, con o sin fusión, pues en muchas clases ya se supera la ratio profesor-alumno legalmente establecida”.

Un instituto abandonado

Aún queda tiempo para conocer el desenlace de esta historia. En caso de producirse la fusión, se irían al Pedro Duque (que muy posiblemente terminaría rebautizándose) al ser más grande y venir de otra fusión. Así, el IES García Márquez tendría que ser desafectado y quedaría vacío y en tierra de nadie. “El Ayuntamiento no lo quiere parece ser. Según la DAT se lo han ofrecido y no lo quieren. Si ya tienen edificios vacíos como la biblioteca de Leganés Norte… Hay gente joven que viene a Leganés y precisarán necesidades educativas para sus hijos”, expresa Luciano.

Así las cosas, seguirán defendiendo lo que creen que es de justicia. Yolanda afirma que “algunos piensan que, hagamos lo que hagamos, hacen siempre lo que quieren. Yo creo que la unión hace la fuerza y no pierdo la esperanza”. Luciano ve en el problema puntos positivos, “si algo bueno está dando esto es que está haciendo germinar una situación de reivindicación de los propios chavales a la que se pueden unir los antiguos alumnos. Si tengo un trastorno en la educación no quiero recortes, quiero que haya centros como éstos, con sus proyectos que me puedan ayudar. Hay que intentar que se paralice antes del verano”.

Por su parte, la profesora del García Márquez tira, como es lógico, por lo emocional, “han sido 25 años en el IES, prácticamente toda mi vida profesional. Hay un grupo amplio de profesores que llevamos más de 20 años en el Centro. Siempre ha sido un instituto familiar, cercano, con proyectos e ilusión. Hemos creado lazos entre nosotros, pero también con muchos alumnos a los que ya consideramos amigos. Si al final fracasamos y no podemos evitar la fusión y, por tanto, la desaparición del García Márquez, nos quedará un vacío que será también el vacío de todos los miles de alumnos que se han formado en sus aulas y que ya no podrán volver a visitarnos a su-nuestro instituto”.

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