Invitamos a quien viera violencia a ir al juzgado y denunciarlo
Estamos muy tranquilos. Nunca hemos agredido a nadie
El 29 de enero de 2015 tuvo lugar la polémica votación sobre la segunda fase de Legatec. En ella, cinco concejales socialistas (de los ocho con los que contaba en esa legislatura el grupo) se abstuvieron posibilitando que este punto saliese adelante. Rompieron la disciplina de voto toda vez que el PSM había dado instrucciones a todos y cada uno de ellos de posicionarse en contra. A colación de esta situación se produjeron unas protestas y reivindicaciones hacia Rafael Gómez Montoya, entonces portavoz socialista. El ahora diputado de la Asamblea de Madrid interpreta que está en su derecho de pedir responsabilidades por amenazas, coacciones y deshonor público. Ello le ha llevado a denunciar a Juan Carlos Asenjo, presidente del Comité de Empresa Coca-Cola Fuenlabrada, y a otro compañero como Alberto Pérez. Para ambos pide cárcel. En las protestas se escuchan algunos insultos, pero Asenjo niega, en esta entrevista, la existencia alguna de amenazas.
Pregunta: ¿Por qué estabais aquel 29 de enero de 2015 en el Pleno de Leganés?
Respuesta: Nosotros estábamos invitados ese día por distintos partidos políticos, IU, ULEG…
P: ¿Cuántos compañeros acudisteis esa tarde?
R: Éramos unos 30 compañeros los que estábamos en el Pleno debido a las invitaciones que tenían los partidos políticos.
P: ¿Cuál fue la motivación de aquellas protestas y en qué momento se produjeron?
R: Al habernos sorprendido de que no se cumplían los acuerdos que nos habían dicho desde el PSM. Por eso tiene lugar el acto de protesta.
P: ¿Cuál fue la forma de aquellas protestas?
R: Se podría decir alguna palabra inadecuada, pero amenazas y coacciones nunca han existido. Nunca los trabajadores de Coca-Cola han agredido a nadie. Cuando se iniciaron las protestas, la policía municipal nos desaloja.
P: ¿Os sentís traicionados por el PSOE?
R: Ocurre que el PSM había dado unas directrices de votar en contra y cinco de sus ocho concejales se abstuvieron permitiendo su aprobación.
P: ¿Cómo viene la denuncia de Gómez Montoya?
R: Como consecuencia del desalojo, nos encontramos con una denuncia por amenazas, por coacciones, por tema de deshonor a la persona con cargo público… Reiteramos que hubo protestas, pero lo demás no existió.
P: Gómez Montoya os pide cárcel, ¿a quién va dirigida la denuncia?
R: A mí y al compañero Alberto Pérez.
P: Además de la denuncia, también está lo que alega un policía municipal…
R: Encima también nos encontramos, por sorpresa, con un policía que presentaba un parte con una lesión en un dedo pequeño de la mano. Evidentemente, no ha sido por agresión mía ni de nadie y es completamente falso que ninguno de nosotros hiciésemos algo así. Fuimos desalojados, pero no hay lesión alguna provocada por ningún compañero o compañera nuestra. Lo único que hubo fueron unas protestas verbales. Nosotros estábamos invitados por algunos partidos a un Pleno en el que se iba a tratar sobre intereses para los trabajadores de Coca-Cola. Cuando no se cumplieron los acuerdos que el PSOE había adquirido con nosotros se produjo la protesta.
P: ¿Estas protestas pueden deberse a la voz de la desesperación de familias que no cobraban, injustamente despedidas y que defendían el pan de sus hijos?
R: Sí, evidentemente. Los representantes elegidos por el pueblo tienen que defender los intereses del pueblo. Cuando hay un conflicto laboral, más de 200 trabajadores acampando durante mucho tiempo en la fábrica y tienen un compromiso de partidos políticos para ayudarlos tienen que estar con el pueblo. El partido político que se compromete con los trabajadores no puede luego fallar.
P: Es una pregunta que ha sido frecuente en este tema, ¿puedo haber algún interés en aquella votación?
R: Algo ha tenido que haber, no es normal…
P: ¿Qué pretende Gómez Montoya con esta denuncia?
R: No lo sé. Nosotros estamos diciendo, estos días, que ha habido una denuncia por parte de Montoya que es un despropósito y que no tiene sentido porque repetimos que no ha habido amenazas, coacciones, ni se ha querido buscar el deshonor. Sí que reconocemos que, ante el malestar que tuvimos por cómo fue la votación, hubo una protesta en el Pleno y el posterior desalojo. Si hubo alguna palabra que a alguien le pudo hacer sentirse ofendido, se le pide disculpas y nada más. No tiene sentido que por una palabra que pueda sentar mal se monte una situación de amenazas que jamás ha existido. Por tanto, no sé qué interés habrá en la denuncia porque nunca ha tenido lugar el escenario que se dice.
P: ¿Cómo valoras la exclusiva que dimos en este periódico en la que se demuestra que Laura Oliva sí dijo “por cuánto” en relación a Legatec?
R: Muy buena información. Por lo que se ha publicado parece que había una situación de peleas, divisiones…
P: ¿Qué mensajes das a aquellos que os califican como violentos?
R: Es muy sencillo. Las personas que vieran violencia ese día lo que tienen que hacer es ir al juzgado y denunciarlo. Nosotros reconocemos que nos sentimos molestos por la votación y que hubo protestas, pero invitamos a cualquier persona que crea que hubo algo a que denuncie. Nosotros estamos muy tranquilos porque nunca hemos agredido a nadie.
P: Por último, esta semana, en un mitin de Pedro Sánchez en Fuenlabrada os resultó imposible hablar con él…
R: Elegimos ir a Fuenlabrada ese día porque estaba Pedro Sánchez. Queríamos trasladarle, de alguna manera, esta situación. Una compañera llegó a transmitirle, pero Sánchez no salió a hablar con nosotros.