► Desde nuevocronica.es nos solidarizamos con los vecinos, comerciantes y empresarios ante la crisis provocada por el COVID-19.
El corazón de CRÓNICA ha pulsado en estas últimas semanas, y no sin pesar, la crudeza con que lidian nuestros comerciantes y pequeños empresarios locales. A nadie se le escapa la complejidad y el rastro que la desgraciada pandemia está provocando, como un cruel reguero de incertidumbre, entre nuestros vecinos, amigos y familiares. En primer lugar de salud, con las dolorosas bajas y quienes luchan por expulsar de su cuerpo al coronavirus y, en segundo lugar, en términos crematísticos. Comprobar, como ciudadanos de a pie, a diario esta penosa situación evidencia que los fríos números ocultan rostros que precisan de calor.
En el caso de nuestras tiendas y comercios, este periódico es testigo diario, a través de nuestros queridos anunciantes, de los malabares que, si en cierto modo, en la antigua normalidad ya estaban presentes, ahora se han acentuado. Y no es que la cuadratura de cuentas no exista en las grandes empresas; pero el contraste comporta una obviedad en sí mismo.
Estos equilibristas trasladan punzantes realidades a nuestro esmerado departamento Comercial. «No es que vayamos apurados, sino que no sabemos si abriremos en unas semanas», «hemos tenido que hacer otro ajuste» o «dos empleados han vuelto al Erte» son el pan actual de cada día. Historias y declaraciones que, sin duda, merecen un mayor ahondamiento y que esta publicación se compromete a dar pertinente voz. Por todo ello, se antoja más perentorio que nunca el destierro de todo tacticismo político, venga de dónde venga, y una lucha al unísono bajo la común camiseta en la que también juega Crónica siendo uno más. La de las familias trabajadoras que luchan por sus negocios y, en consecuencia, por la viabilidad de sus proyectos vitales.
Así, este periódico, quiere manifestar su profundo agradecimiento a todos nuestros clientes. A los que con todo su esfuerzo han podido salir en el presente número y a los que a pesar de su esfuerzo esperan volver muy pronto a nuestras páginas. No es suficiente, pero no está de más, por eso va nuestro abrazo envuelto en la esperanza de que la calle recupere su calidez y alegría. Salud y prosperidad. Para todos.