La prensa y los políticos parece que después de 40 años de democracia han encontrado la piedra filosofal que nos va a sacar a los españoles de todos los males: “hay que dialogar, hay que llegar a acuerdos”. Al parecer, no se habían enterado hasta ahora. Claro que si repasamos los diarios de sesiones, veremos que en los parlamentos, tanto en los autonómicos como en el nacional, los diputados se pasan la mayoría del tiempo recriminándose mutuamente o insultándose. Si se les aplicaran criterios de productividad, habría que despedir al 99 % de los diputados.
Bueno, pues algo es algo y por algo se empieza: los políticos se han puesto de acuerdo sobre el reparto de cargos en la Mesa del Congreso. Y lo más curioso es que dicen que lo han hecho con miras al bien de los españoles, como si al ciudadano le importara si el presidente del Congreso se llama Pedro o Juan. A los ciudadanos les importan las leyes que se aprueben en el Congreso, no si el presidente es de un partido o de otro.
Pero, logrado esto, ahora se les presenta la prueba de fuego. ¿Se pondrán de acuerdo para formar gobierno? Esto ya es otro cantar. En ese campo el ciudadano ya no pinta nada. Sólo cuentan los intereses del partido. ¿Se permitiría en una empresa el cachondeo que se permitieron sus señorías ayer en la cámara? Y lo más triste es que ven como la cosa más natural del mundo todo este cúmulo de privilegios de que gozan sus señorías. ¿Por qué tenemos que pagarles el sueldo a los diputados si ahora se tiran dos meses sin pegar golpe? ¿Se lo permitirían en una empresa? Claro que ellos no están en una empresa y no tienen que producir, porque pertenecen a una clase privilegiada de personas. Ha habido algún “honorable” diputado que ha estado más de una década sin hacer una sola propuesta o sin tener una sola intervención. Y ha habido parlamentos autonómicos que apenas han aprobado diez leyes en cuatro años.
No, no tienen ninguna prisa por dialogar ni por formar gobierno, y si hay nuevas elecciones, seremos los ciudadanos los que pagaremos los gastos. ¿Por qué se van a preocupar los políticos, si ellos tiene el sueldo asegurado? Además, con nuevas elecciones tendrán posibilidades de sobresueldo pagado por unas cadenas de televisión que viven de las “reality shows” y de los “political shows”. No sé si se puede llegar más bajo en política, porque actualmente la política no se hacen ya en el Parlamento, sino en la sede de los partidos y en los platós de televisión.
Reconocerán los políticos que la sociedad está pidiendo diálogo, pero nuestros políticos no están acostumbrados al diálogo, porque desde el inicio de la democracia no lo han practicado. Se han chantajeado mutuamente . “Yo te doy esto, si tu me das lo otro”. “Si tú me descubres, yo te descubro a ti”. A uno de los pocos políticos que practicó el diálogo –Suárez-, lo defenestraron, incluso sus compañeros, en la primera ocasión que tuvieron. Desde el caso de Banca Catalana hasta nuestros días, todo ha sido un constante chantaje político. En este contesto hay que entender las palabras amenazantes pronunciadas ya varias veces por Jordi Pujol en caso de algún miembro de su clan vaya a la cárcel.
No, esa transición modélica de la dictadura a la democracia no es ni fue obra de los partidos políticos, que al parecer por lo que estamos viendo no actuaron de forma tan modélica. Tampoco fue tan modélica una constitución que consagró los privilegios de unas regiones frente a otras y de unas personas frente a otras.
Si hay alguien que haya dialogado en España y haya sabido llegar a acuerdos, ha sido la sociedad española. Y si ha habido enfrentamiento dentro de la sociedad, como está ocurriendo actualmente en Cataluña y entre Cataluña y alguna otra región de España, es porque han intervenido los políticos.
Si los españoles les estamos pidiendo a los políticos que dialoguen, es para que lo hagan de verdad, pues ellos deben actuar como “mandados” nuestros. Y si no son capaces de hacerlo, pues que se retiren.
Félix de la Fuente Pascual es Secretario de Acción Política de CILUS – Ciudadanos Libres Unidos