El Ayuntamiento de Getafe ha dado por acabadas las ‘obras de mejora’ del Parque Alhóndiga-Sector 3 que los vecinos aprobaron dentro de los Presupuestos Participativos, ojo al dato, del año 2017. El plazo de ejecución ha sido de aproximadamente un mes. Sin embargo, a pesar de la tardanza en ejecutar la decisión de los vecinos, prácticamente en el tiempo de descuento de la legislatura, se ha realizado en la peor época del año para las nuevas plantaciones, en claro riesgo de no arraigar.
La intervención ha supuesto un gasto de 600.000 euros, una cifra considerable para el resultado final que exhiben las fotografías del Consistorio. El Parque de la Alhóndiga, con una superficie total de 76 hectáreas, sigue siendo en su mayor parte una especie de desierto del Serengueti que baja desde el punto más alto del término municipal hasta la carretera de Toledo. Los trabajos municipales se han localizado sobre 10 ha., aunque en 8 de ellas solo se «ha plantado cereal» para favorecer un ecosistema que beneficie a la fauna, lagartijas, topillos e insectos, incluso a la plaga de conejos, y a las aves mesetarias: gorriones, mirlos, urracas o las pocas perdices que se atreven a cruzar la Avenida 14 de Abril desde los campos de Fuenlabrada y Leganés.
La plantación de cereal es, cuando menos, sorprendente, y más barata que la de árboles, aunque la avena, el centeno o el mijo no favorezcan valores que sí tiene la foresta como la lucha contra la contaminación, la humedad ambiental o la bajada de las temperaturas. ¡Como si hubiera poca extensión en el mismo Parque y de otras zonas de Getafe en las que imperan las gramíneas salvajes y otros yerbajos para alimentar urracas. Así, de camino, se justifica, la maleza imperante en la mayor parte del Parque
Según el Ayuntamiento, con esos 600.000 euros, se han creado zonas estanciales, se han adaptado sendas y se han plantado arbustos y árboles, aunque no se han dado a conocer las cifras específicas. El Gobierno municipal asegura, además, que ha creado una senda botánica y un vivero comunal.
Es inevitable comparar la actuación municipal en el Parque de la Alhóndiga-Sector 3 con la intervención de la Junta de Compensación de El Bercial en el caballón que separa el barrio de la A-42, aproximadamente unas 12,6 hectáreas de terreno. La Junta de El Bercial gastó, según fuentes de esta revista, poco más de 200.000 euros en toda la extensión del alargado montículo. Con ese presupuesto se plantaron 4.717 pinos y un pequeño parque forestal con seis o siete unidades, en algunos casos hasta veinte, de 124 especies arbóreas que el Ayuntamiento tiene abandonado.
Las comparaciones son odiosas, pero ¿no sobra cereal en la meseta? Lo mismo, la Unión Europea aún subvenciona la plantación de avena y otros cereales y el mantenimiento, de esos campos de gramíneas, nos salga hasta productivo, aunque, sin ninguna duda, apostamos por el arbolado.
¿La alcaldesa, o por lo menos, algún miembro de su gobierno municipal, habrá leído ‘El arbolado y la patria’ del socialista Joaquín Costa? No estaría de más, aunque ganen las elecciones, que lean y reflexionen. No lo hacen bien, señores.