Javier Rodríguez.— Eso decía un titular hace poco. Fea. La que más. Pues no estoy de acuerdo. No. Me niego.
Parla no es fea. Parla no es “Marina D’or, Ciudad de Vacaciones”, ni es Segovia con su acueducto, ni Granada con su Alhambra. Parla no está de moda; no es una ciudad de temporada, ni de turistas.
Parla no es eso, ni quiere serlo. Pero es otra cosa. Parla es una ciudad en la que vivir. Parla te acoge con los brazos abiertos. Te hace sentir que es tu ciudad, tuya entera. Aunque vinieras sólo hace unos años con el boom de Parla Este. Aunque vinieras sólo porque los precios eran más bajos que alrededor.
Parla es nuestra ciudad. La mía. Y la de muchas más. La de tod@s.
Parla son las más de 125.000 personas que la forman, las más de 100 nacionalidades que la impregnan. Sus culturas, sus etnias, su diversidad. Sus mayores, sus pequeños. Parla es ellas, pero también es ellos.
Parla es su gente. Fue su gente cuando conseguimos que llegara el agua potable a las casas, cuando llenamos la Puerta del Sol por nuestro Hospital. Pero sigue siendo nosotr@s en la ‘I Marcha a Madrid’ porque no queremos ser una ciudad varada y olvidada.
Parla es llenar 9 coches enteros en la recogida de juguetes del sábado pasado, o cada ‘operación kilo’ en las que llenamos otros tantos más.
Parla son miles de personas pidiendo un Centro de Ocio Juvenil, o que no se lleven la Inspección Médica. Son cacerolas en la puerta del Ayuntamiento pidiendo que nuestros niños y niñas tengan colegios e institutos sin masificar, sin vayas de obra y sin goteras, pero también son canciones por el derecho a una vivienda digna en la puerta de la casa de una familia que va a ser desahuciada.
Parla son sus deportistas y sus artistas. Es pasear y leer ‘A Parla, a amarla’ cuando estás cruzando una calle, o tomarte un café mientras te enteras de que este fin de semana nuestros karatekas también han conquistado el campeonato de España. Otra vez.
Parla es amanecer con carteles morados por la igualdad pegados por las paredes, y anochecer en un festival benéfico por la inclusión.
Parla es vida, es entrega, solidaridad, cariño. Es una ciudad luchadora, porque su gente lo es. Parla no es fea. Los que son feos son sus políticos. Sus dirigentes. Los que nos han traído hasta aquí.
Feo fue aquel que nos engañó para que le votáramos, despilfarrando nuestro dinero. El que al día siguiente de ser elegido se fue a Madrid, y si te he visto, no me acuerdo. El que nos arruinó con un tranvía, pero que cuando se aprobó estaba “cantando villancicos, y no sabía nada”. Sí, como lo leen.
Feo fue su amiguísimo, su número dos. El que ocupó el ‘sillón’ cuando se fue el primero. Hasta que se lo llevaron detenido (con medio equipo de gobierno más) por robarnos nuestro dinero, y ser tan torpe como para que le pillaran. Cuestión de no saberse ningún villancico, supongo.
Pero feo es el que tenemos ahora. El que llegó con el dedo mágico de Esperanza Aguirre a una ciudad que no había pisado en su vida. El que ni está ni se le espera, porque ni es de aquí, ni le interesamos. Como fea es su mano derecha. Ese, que sólo le conocen por ‘mentir’, y nada más. Nada.
Como feas son el resto de sus manos, derechas todas. Derechas, de las que son incapaces de pensar en algo que no sea hacer negocio mientras se evitan pagar el IBI.
Feos son todos los que miran para otro lado cuando salen los datos del paro cada mes, como si con ellos no fuese la cosa. Los que celebran que recojamos alimentos, porque así se evitan tener que hacer nada para solucionar el problema del hambre.
Feo es que nuestros dirigentes no puedan ni tener limpias las calles, porque no están limpios ni ellos. Feos son todos los que nos trajeron hasta aquí, pero también los que siguen ocultándolo y nos impiden avanzar.
Que no nos engañen. Parla no es fea. Feos son ellos. Pero ellos No son Parla. Parla es nuestra ciudad. Parla somos su gente. Y mola mucho. Y es preciosa.
Javier Rodríguez, es concejal de Cambiemos Parla y Consejero Ciudadano de Podemos Parla