Carretera que une San Isidro con el cementerio municipal, encajada entre la vía y la Base Aérea
El Ministerio de Defensa ha firmado un convenio por el cual cederá al Ayuntamiento de Getafe una franja de terreno de 8.400 m² de la Base Aérea a lo largo del camino que une el barrio de San Isidro y el cementerio municipal. Con una anchura de seis metros permitirá ampliar esa vía de comunicación de los 11 metros actuales a los 17 metros.
El Gobierno municipal, inane durante toda la legislatura, se ha despertado del letargo —se nota que se acercan los comicios— y se ha aplicado en reclamar a todas las administraciones superiores que hagan cosas urgentemente; y a prometer lo que, no habiendo hecho en estos cuatro años, ejecutará en la próxima legislatura. Al Polideportivo San Isidro, el Teatro Madrid, la ampliación de la Universidad en los cuarteles [de Pedro Castro], el futuro de la fallida Casa Murcia, y una ristra de proyectos de otras épocas anteriores, se suma la del paseo hasta el cementerio municipal, un proyecto que también data de los tiempos de María Castaña o ‘maricastaña’ (mujer del siglo XIV). Parece que hay poco que inventar. Si no fue Castro fue Soler. ¿Y Hernández que ha propuesto? Pues menos ha ejecutado. Nada de nada. Apatía y negligencia.
La ampliación del camino al cementerio data, como mínimo de la última legislatura de Pedro Castro en el cual Sara Hernández ejercía de ‘delfina’, primera teniente de alcalde y presunta heredera del cortijo. La consistencia de los proyectos de la actual alcaldesa solo se constatan en la imaginativa labor de reparar aceras —que podría planificar cualquier funcionario—, agrandada ahora, al final del mandato, como una mega operación de cosmética urbana a base de tirar cemento y baldosas en calles en las que no hace falta. ¿Quién no sospecha que alguien ha sacado la hucha del ‘domund’ con el objetivo de recaudar dinero para las elecciones? Pues eso, obrita a obrita… cling. Y los vecinos de paganos.
El paseo hasta el cementerio, de convertirse en realidad algún día, supondrá una inversión municipal, [casi nada] de cuatro millones de euros, en un proyecto [imaginario] que incluirá una carretera de doble sentido —no como ahora que es solo de ida [hacia el cementerio, además, como recordatorio de la caducidad que nos atañe]—, amplias aceras de cuatro metros, una vía peatonal y un carril bici de dos metros y medio… No digan que no parece un anuncio publicitario. Solo faltan los arbolitos —imaginen una hilera prieta de cipreses mochos hacia el camposanto— y que, sobre todo, incluya el acceso a la estación de cercanías [fantasma] desde el mismo paseo… Soñar no cuesta: una estación de cercanías para compartir con accesos desde el Sector 3 y San Isidro.
Carretera a la estación de cercanías del Sector 3
Y hablando de la estación de Cercanías del Sector 3, de momento, el Gobierno municipal se podría ocupar de la ‘vía urbana’ que une el Sector 3 con la estación, una peligrosa carreterita —sobre todo de noche— iluminada con unas farolas que no quisieran ni regaladas en los países menos desarrollados. ¡Y qué decir de la acera o senda bici-peatonal que discurre por uno solo de los lados de la vía! Que desidia. Se trata de una vía que le compete desde hace lustros, al igual que la que continúa hasta el cementerio, y que supone un peligro para los usuarios que se desplazan en automóvil y, qué decir, de los que tienen el valor de transitar en bicicleta o a ‘puro tren de san Fernando’.
Y, para que no falta nada, los autobuses de Avanza a toda leche, oscuridad, lluvia y ambiente invernal, propicio para una peli de terror… No prometan ni reivindiquen más vías urbanas de las que pueden atender. Los usuarios solo piden que adecenten los arcenes, el paseo bici-peatonal y modernicen las farolas.
