En la campaña de las elecciones nacionales no se ha hablado, ni se habla nunca de la UE, y, por lo que estamos viendo, tampoco ahora, en campaña de las elecciones al Parlamento Europeo, se quiere hablar de Europa. ¿Para qué nos vamos a molestar en hablar de la UE, si sabemos que el Parlamento Europeo tiene una importancia muy relativa? Esto es lo que piensan los políticos y también los ciudadanos. Las decisiones importantes que afectan a los ciudadanos de la UE no se toman en el Parlamento Europeo, sino en el Consejo Europeo o en el Consejo de Ministros de la UE, es decir, vulgarmente en Berlín, París, Madrid, Roma… y por los gobiernos de los Estados miembros. ¿Cómo se van a interesar los ciudadanos por la el Parlamento Europeo, si saben que los europarlamentarios en general votan en clave nacional, es decir según dictan la central nacional de su respectivo partido? Tampoco los ciudadanos ven como una amenaza seria el auge de los partidos xenófobos y nacionalistas, unos porque ya votan en sus países a favor de estos partidos, y otros, porque no están convencidos de que su voto sirva para algo.
Sin embargo, el Parlamento Europeo debería jugar en la UE el papel que juega cualquier parlamento en una democracia. Recordemos que el Parlamento Europeo podrá presentar una moción de censura contra la Comisión, pero no contra el Consejo. Recordemos también que en los principales problemas que afectan actualmente a la UE, dicho parlamento solamente tiene un papel consultivo, no decisivo. Además, en el Parlamento Europeo el interés nacional prima por encima del interés de todos los ciudadanos de la UE. Lo hemos visto en el caso del rescate de Grecia. Los europarlamentarios solamente votarán a favor de los intereses de los ciudadanos de toda la UE, cuando estos intereses sean compatibles con los intereses de su propio país, pero no en caso contrario.
¿Queremos que los ciudadanos vuelvan a sentirse ilusionados con la integración europea?
¿Queremos un parlamento que se preocupe de todos los ciudadanos de la UE, independientemente de su nacionalidad? Pues, en ese caso, tiene que ser un parlamento elegido al menos en parte por los ciudadanos de todos los países de la Unión, un parlamento que derribe fronteras, no que las cree o las mantenga artificialmente, un parlamento cuyos miembros sean elegidos, al menos parcialmente, por todos los ciudadanos de la UE en unas listas transeuropeas independientes de los partidos políticos. Tiene que haber entonces unas elecciones en las que los ciudadanos se sientan protagonistas, en las que vean, además, que su voto tiene una razón de ser y que su voto no es a favor o en contra de un partido nacional. Mientras los ciudadanos no puedan elegir directamente al presidente del Consejo, pensaran que pueden elegir a los peones, pero no al Rey. Pero es necesario mucho más: los políticos deben reconocer que son incapaces de solucionar por sí solos muchos delos problemas que tenemos en España,reconocer que la UE es necesaria para la existencia de España y de Europa; deben reconocer que la UE no es una institución donde colocar a los amigos, sino un espacio donde no haya vencedores ni vencidos y un lugar de encuentro pacífico de todos los europeos. Mientras tanto, que no culpen a los partidos xenófobos ni nacionalistas. Estos partidos son el resultado, no la causa de una política europea errónea. Y las enfermedades se curan atacando a la causa, no a los efectos.