La iglesia de la Magdalena queda muy lejos para los vecinos del camino de Villaverde y, por eso, está mandado hacer la iglesia de San Eugenio, desde que pasaran por el lugar de Getafe las reliquias del Santo. En tanto se construye esta, se hace cada día misa en la ermita que llaman de San Sebastián, por estar casi dentro del pueblo y tener sacramento desde el mes de diciembre del año de 1574.
♦ Antes de esta enfermedad hubo una muy gran hambre en Getafe. No se encontraba trigo por ningún lado y vínose a comer pan de grama –añadió Juan de Madrid, exhibiendo unos legajos que conservaba el archivo municipal-, y después de esto, en el año de 1507, hubo otra gran hambre y pestilencia, como así pasó con las enfermedades que asolaron Getafe en 1559, con mucho dolor y muertes.
Por eso pienso yo que don Alonso de Mendoza se avino a testamentar ante notario –afirmó Juan de Benavente- para crear la fundación del Hospital que llamaron de Mendoza (1), siendo como estaba el lugar lleno de miseria y de pobres de solemnidad, seguro que sería por eso.
Hubo miedo, mucho miedo –contó Juan de Seseña-. Misas diarias en la iglesia parroquial Santa María Magdalena que sólo cuenta, para este menester, con un cura, un beneficiado y un préstamo simple.
Por eso está mandado hacer otra iglesia, por razón de ser un pueblo tan grande y tan largo y por no caber la gente en ella –se apresuró a decir el alcalde Gabriel Martínez-. Lo llevamos pidiendo ha tiempo, desde que pasaron por este lugar las reliquias de San Eugenio(2).
No sé como la vamos a terminar –aclaró el alcalde noble Juan de Morales-. No creo que podamos sólo con las limosnas de los feligreses.
Hace 10 años, poco más o menos, intentamos echar el gasto de la iglesia chica a repartimientos, pero habemos cuatro clérigos, cuarenta hijosdalgo, paniaguados, medico, maestro, escribano y pregonero, todos están exentos de pechos. A esto se juntó el repartimiento del año de 1565 de tres mil y cuarenta y nueve maravedís.
La Iglesia de la Magdalena está muy lejos para los vecinos de la calle Villaverde –explicó con paciencia Juan Benavente- y, en tanto se hace cada día misa en la ermita que llamamos de San Sebastián, por estar casi dentro del pueblo(3) y tiene sacramento, el cual vino a poner uno de los oidores del consejo del arzobispado que se dice Birbiesca de Muñatones(4), por el mes de diciembre del año de 1574.
Faltan ganas para tal menester, pues tenemos suficientes vecinos –inquirió el alcalde don Juan de Morales-, se podrían hacer pequeños repartimientos y coger donativos.
No me diga usted Morales que no son suficientes los pechos y repartimientos que pesan sobre los hombres buenos pecheros –contestó el alcalde Gabriel Martínez- Estamos abiertos a todos aquellos donativos que provengan de ustedes los nobles.
A eso me refería Martínez –dijo un tanto ofendido el alcalde noble Juan de Morales- Lo que no quiero es que se nos acuse de desidia en cosa santa.
Bueno, al presente tenemos novecientos y cincuenta vecinos, contando clérigos y cristianos nuevos de los avecindados en él por orden de Su Majestad, de los que vinieron del reino de Granada –explicó Juan de Seseña- y esto, haciendo de dos viudas un vecino.
Nunca ha tenido el lugar tanta vecindad en ningún tiempo antes –continúo Juan Benavente. Somos informados de hombres antiguos de haberle conocido doscientos y setenta vecinos y nosotros nos acordamos de haber oído decir de ser cuatrocientos vecinos (3).
Sí, pero a pesar de crecimiento de la vecindad, querido Juan –afirmó condescendiente el alcalde pechero Gabriel Martínez- la gente de nuestro pueblo no es rica. Los que más, labran tierras de renta y es muy apretada la labor, poca la labranza y muy cara. Se dan de renta, a los señores de las tierras, mas de nueve o diez mil fanegas de pan en cada un año y de censo en dineros, es fama pública, que se dan más de dos mil ducados en cada un año, a razón de a catorce mil el millar.
No, si al final llegaremos a que pagan por trabajar –ironizó el alcalde noble Juan de Morales.
Cada cual se rasca donde más le pica –añadió Gabriel Martínez- Ha sido Juan Benavente el que metió el dedo en la llaga al mentar el testamento del Hospital de Mendoza. Don Alonso colegió que las gentes de este pueblo no son ricos. Hay gente que tiene medianamente de comer y hay muchos pobres, porque acontece hacer nómina de pobres para dar algunas limosnas, que se dan entre año, y haber más de ciento y veinte de número y sólo Dios sabe si los secretos son más. Aún así don Juan de Morales, como alcalde también que es de Getafe, sabe que hemos comenzado la construcción de la citada iglesia de San Eugenio, con más que menos apuros.
Porque los cofrades, que ya hay cabildo, han puesto de su parte voluntad y fe –contestó Juan de Morales.
Con las mujeres y hombres haciendo jerga y costales de lana grosera, porque este es el mayor trato, ya me dirá usted –explicó un tanto corrido Gabriel Martínez- De los más oficiales digo que se abastecen de este pueblo, en lo que toca a esta jerga y costales para cosa de albardería, Toledo, Madrid, Alcalá, Guadalajara, Cuenca y Güete.
Hay otra labor de hacer redes labradas para arreos de camas y almohadas –añadió Juan de Seseña- Hay hombres en el pueblo que las sacan por la mayor parte del reino, porque en este pueblo se hace mucha y mucha gente pobre gana en esto su vida.
Bueno, y muchos de los que algo tienen también las hacen –denuncia Juan de Morales- Incluso para dar que hacer a las niñas que han de andar jugando.
En lo que toca a jerga y costales no se labra tanto en ningún lugar del reino de Toledo, aunque la labor es algo ligera y baladí –intervino Juan Benavente un tanto enfadado- También se hacen, en este pueblo, mejor que en otra parte ninguna de la tierra donde vivimos, barrenas para carreteros y otros oficios que vienen de cuarenta o cincuenta leguas por ellas, y casi tienen la misma fama los azadones.
Por ver queda si los que tienen tierras dotan de capellanías a la dicha iglesia de San Eugenio –increpó Gabriel Martínez- Sírvanse ustedes de dejar algunas yuntas de tierra para que puedan ser arrendadas.
No le quepa la menor duda –contestó Juan de Morales- Ya nos tienen dicho que dará todos los recaudos que son necesarios de ornamentos y lo demás, la iglesia de la Magdalena.
Si no lo pongo en duda Juan –contestó Gabriel Martínez- Lo que ha de ser, será.
Notas del autor:
Este relato esta basado en el interrogatorio que sobre el pueblo de Getafe mandara hacer el rey don Felipe II corriendo los años de 1575-1576 y que es conocido popularmente como “Las Relaciones” de Felipe II.
1.-En 1507, el testamento de Alonso de Mendoza cita como Hospital de Mendoza al hoy Hospitalillo de San José sito en la calle Hospital de San José de Getafe.
2.- Las reliquias de San Eugenio pasaron por Getafe en 1565. Aunque las Relaciones de Felipe II (1575) nombra a la iglesia de San Eugenio, esta no comenzó su construcción hasta 1576 y fue abierta al culto en 1578. Por eso se organizaron las misas diarias en la ermita de San Sebastián que, desde 1574, contaba con Sacramento.
3.- La ermita de San Sebastián, como ya tenemos dicho, estuvo ubicada en el solar o próximo a la actual iglesia de San Sebastián. De la ermita de San Sebastián sabemos que da fe, en 1562, el arzobispado de Toledo, por lo que existía mucho antes de esa fecha. En 1507, el testamento de Alonso de Mendoza, que cita como Hospital de Mendoza, hoy Hospitalillo de San José, menciona la existencia de cofrades de esta citada ermita, por lo que ya entonces, al menos, existía cabildo.
4.- El licenciado Diego de Birbiesca de Muñatones, caballero de la Orden de Calatrava, fue alcalde de Corte y perteneció, siendo Oidor, al Consejo de Castilla y a la Real Cámara de Felipe II.
5.- En el interrogatorio de las relaciones que mandara hacer el rey don Felipe II, el número de habitantes que citan, para este año de 1576, es de 4.275, aproximadamente. No sitúan los años en los que dicen saber que hubo 270 vecinos y 400 vecinos, esto es 1.215 habitantes y 1.800 habitantes, respectivamente. (Cociente aplicado 4,5).
Foto 1.- Iglesia de Nuestra Señora de la Magdalena según JS Amat.
Foto1.- “San Eugenio. Iglesia Chica”. Colección:www.getafeparaiso.es.
Foto 2.- Portada “Hospital Mayor de Mendoza desde el siglo XV al XX”. Marcial Donado López y Víctor Manuel Muñoz Moreno. Ayuntamiento de Getafe. Madrid 1996.