Radiografía de la actual situación del Ayuntamiento de Leganés: enchufes, corruptelas y división interna
Santiago Llorente, medio millón de euros en hipotecas
Son frecuentes las comidas de Llorente a cargo del erario público
Las esposas del alcalde y de su socio de IU, Rubén Bejarano, cobran de Emsule
El máximo edil de Leganés, Santiago Llorente, lleva viviendo de lo público toda su vida. Tiene 46 años y ya era edil en 1999 y cargo de confianza con Pérez Ráez hace 20 años. Tuvo un impasse, entre 2011 y 2015, en el que trabajó como economista autónomo. Hemos accedido a su declaración de rentas, bienes e intereses y durante esos cuatro años cobraba 29.430 euros netos/anuales. Sin embargo, en su vuelta a la vida pública se puso un sueldo de 69.000 euros, desterrando así el mito que reza que se gana más en la empresa privada que en lo público.
Una de las primeras cosas que hizo al acceder al poder fue acordar unos sueldos fuera de la realidad social. Además del suyo, el portavoz del grupo municipal cobra 60.000, el portavoz adjunto 54.000 y la nueva y difusa figura de “concejal para tareas de grupo” se embolsa 51.000 euros. Estos salarios obtuvieron el apoyo de PSOE, PP, Cs e IU. Fueron rechazados por ULEG y Leganemos. De esta manera, por la aritmética de la distribución plenaria, Llorente se asegura que no le hagan una moción de censura. No en vano, conviene señalar que esto es sólo la punta del iceberg del coto privado que el alcalde tiene en Leganés y que desgrana este reportaje. Sus méritos en lo que llevamos de legislatura se resumen en nombrar a dedo (sin importar su profesionalidad o cualificación) a cerca de 30 personas, el clientelismo que rige EMSULE y las habituales comidas que ha pagado con la tarjeta del Ayuntamiento.
Emsule, el cortijo de Llorente y Bejarano
Según la declaración de rentas, Llorente tiene tres préstamos. En el debe hay 333.063,19, 77.551,96 y 45.847,23 euros, que suman cerca del medio millón de euros. Es evidente que no es lo normal tener 500.000 euros en hipotecas. Es manifiesto que un alcalde así no es libre para tomar decisiones. Por eso, en el mes que iba de las elecciones a la Investidura estaba tan nervioso y pidiendo créditos a Madrid y preguntando qué iba a ser de él si no conseguía ser alcalde, según confirman varias fuentes. Esto de puertas para dentro y de puertas para fuera alardeaba en entrevistas diciendo que su mujer no quería que fuese el máximo regidor… Su esposa, Sonia Martín, jefa de Administración de EMSULE , gana 2800 euros limpios en 14 pagas. Y su marido, como hemos dicho, pasó de los 29.000 a los 69.000. Los une el matrimonio y también su régimen de gananciales y sus estratosféricos préstamos.
EMSULE es la empresa pública del suelo. En teoría ayudan a agilizar la gestión y dinamizan la actividad en el sector que sea. En la práctica, podríamos denominarlas como ayuntamientos en “B”. Y la realidad es que Emsule se ha convertido en toda una agencia de colocación para el “PSIU”. Un coto de clientelismo del que viven Santiago Llorente, su socio de IU, Rubén Bejarano (que también lleva toda su vida en lo público) y las cónyuges de ambos. Cristina Lora, que es la mujer de Bejarano, trabaja de administrativa. No sólo queda ahí la cosa sino que gran parte de la plantilla tiene ADN partidista y familiar con el entramado socialista y de IU.
EMSULE es, a día de hoy, un nido de opacidad (si bien en el artículo 76 del programa electoral socialista se comprometían a “publicar información actualizada y controlar con rigor incompatibilidades y conflictos de intereses”) que tiene unos gastos mensuales de 330.000 euros y unos ingresos de 124.000. Dicho de otra manera, cada mes se aumentan en 200.000 euros los números rojos de esta empresa municipal en quiebra técnica. Además, por la pasividad mostrada por Llorente, la empresa ha tenido, en esta legislatura, cuatro meses de gerente del PP y otros cuatro sin él. El PP se muestra preocupado por la parálisis, desde Leganemos indican que se pretende pagar las deudas con bienes de patrimonio municipal (cosa que podría derivar en delito) mientras que desde ULEG señalan que no hay proyecto y que el alcalde ha convertido el Ayuntamiento en la “Casa de tócame Roque” y Carlos Delgado expresa que hay “incompatibilidad estética y moral”.
Mientras, Sonia Martín, la esposa del alcalde y jefa de administración (recordemos que todo queda en casa), reconoce en un informe que “la ejecución de la deuda de la empresa Obras del Norte pone en peligro la viabilidad de la sociedad a corto plazo y que no podría hacer frente a sus obligaciones”.
Conviene dar más nombres, además de las esposas, de otros empleados de esta empresa pública dominada por Santiago Llorente. José Ángel García es vocal del Comité Ejecutivo Municipal del PSOE y fue en listas en mayo. Pascual Castrillo es secretario de Formación del PSOE. Francisco Ponce, un destacado militante que fue interventor socialista en un colegio público de Leganés. José Enrique Serrano, el gerente oficioso de Emsule o Sonia Humanes, vocal y suplente en las listas de Llorente. Los nombrados, sólo los más destacados, tienen en común su pertenencia al PSOE y que están colocados.
Sin embargo, también podemos destacar a otros como José María Borreguero, el jefe de la Asesoría Jurídica, que cobra 84.000 euros anuales. Este señor también tiene carnet socialista y participó en la campaña de mayo. Otro dato es que de todos los directores generales ninguno es funcionario. Todos son militantes, ex-concejales o cargos del PSOE, algunos como Virginia Moreno (que cobra 50.000 euros) estuvo imputada en graves casos como “Cuadrifolio” o “Alvina”. La echó el PSOE y Llorente, a dedo, la rescató.
Otros como Javier Márquez, que ocupa el puesto de director general de Sostenibilidad, no es licenciado y su cargo está reservado para puestos A1. La funcionaria hizo un informe en el que entendía que podría valer. Márquez es mano derecha de Llorente.
Muchos de ellos tienen en común, como el propio Llorente, que provienen de las Juventudes, un auténtico vivero de colocación. Nos referimos al propio Márquez, a los ahora directores generales y otrora concejales Laura Oliva, directora general de coordinación jurídica (nunca existió ese cargo) y Oscar Oliveira así como Vicente Baeza, Conchi Saugar… Entran con una mano delante y otra detrás y se van acomodando. Esto nos demuestra que en el criterio del PSOE impera el amigo en detrimento del profesional. Este cortijo de Santigo Llorente se extiende a contratas municipales donde más del 70% de trabajadores provienen de la familia PSOE, según varias fuentes consultadas.
Y es que la única obsesión de Llorente, desde que llegó a la alcaldía, fue colocar a su gente y círculo. Hay dos ramas en el PSOE de Leganés: “Montoyanos” y “Llorentistas”. La gente de uno y de otro tienen cargo y sueldo. La colocación y altos salarios que les brindó Llorente actuó de aloe vera en una organización donde, entre estas dos ramas, se cruzaban expedientes entre ellos y su división interna es vox populi. En los “Montoyanos” están Pedro Atienza (actual concejal de Hacienda que aún no tiene ni borrador de Presupuestos), Martín de la Sierra (concejal de Cultura quien reparte entradas de teatros de su mano), Ana Massó (otrora concejala y hoy recolocada de directora general) o Reinaldo López también director general. Entre los “Llorentistas”, Oscar Oliveira (lo mismo que Massó) o Laura Oliva quien criticó duramente a “Montoyanos” y ahora calla. Dos familias dentro de una que al tener puesto y mamar del erario público se les olvidan sus rencillas y enmudecen. Con un nuevo alcalde, más de 30 de los designados a dedo, más las esposas, más trabajadores a dedo en contratas se irían al paro.
En manos del tránsfuga, Jorge Pérez
Pérez ya no es de Ciudadanos, está expulsado por presunta financiación irregular en la agrupación de Leganés. No va a abandonar y seguirá como concejal no adscrito. Es la piedra de bóveda que matemáticamente sostiene el castillo de naipes de Santigo Llorente y le permite este tipo de actuaciones. Por eso, según varias fuentes, el alcalde está obsesionado con que siga Pérez y de esta forma le sustente el gobierno. Él ya ha dicho que está encantado de seguir.
Comidas a costa del erario público
Cada vez más frecuentes. Santiago Llorente emplea el dinero de todos los vecinos en sus, ya habituales, visitas a un famoso restaurante de Leganés. Son variados los motivos. En algunos casos, recepciones con alcaldes de pueblos hermanados, en otros, invitaciones a periodistas (no todos aceptamos), o con empresarios. Desde el PSOE argumentan que se ha hecho toda la vida y que es tradición. Es evidente que lo consideran normal, como si de un protocolo se tratase. Pero, lo cierto es que con el contexto social, estas prácticas parecen aún más condenables. Invitaciones a la prensa pueden tener como objetivo domesticar estómagos y las de empresarios estar relacionadas con puertas giratorias.
Una radiografía de cómo Santiago Llorente (y su socio Bejarano) usa Emsule como su cortijo, nombra a dedo a sus amigos y militantes en cargos de representación pública, como si de una red clientelar se tratase, y usa la tarjeta del Ayuntamiento para sus comidas. Un alcalde hipotecado en lo personal y que está hipotecando Leganés con estas prácticas.