El alcalde asegura que asistieron 20 personas y su responsable de Prensa, 10
Ambos no descubren la identidad de los comensales de esta ni de ninguna comida
Continúa la polémica servida por el destape de las comidas del alcalde de Leganés, Santiago Llorente. Ayer, el máximo regidor socialista indicaba que ha devuelto la Visa consistorial con la que pagaba las comidas. En las últimas horas, se ha hablado y mucho del sobresaliente gasto que tuvo lugar en el mes de mayo en Oviedo. En esa oportunidad, Llorente gastó la cifra de 478,23 euros públicos. Toda vez que el foco de atención se lo ha llevado esta comida, por la cuantía de la factura y las viandas demandadas (cachopos, setas, entrecot, embutidos varios, doble ronda de postres, chupitos…) conviene recordar que son miles de euros los que el primer edil ha empleado en estos convites gastronómicos en lo que va de legislatura.
No en vano, una de las situaciones que continúan envolviendo uno de los capítulos más sonados de la etapa de Santiago Llorente es la opacidad de los comensales que participan de la invitación con dinero público. En la era de la transparencia, podríamos inferir que se debería desglosar con nombres y apellidos a los acompañantes de Llorente. Sin embargo, no es así ni parece que haya intenciones, por parte del Gobierno, a hacerlo público.
Más allá de su la identidad, tampoco encontramos luz en el número, en la cuantía, de los comensales. Centrándonos en esta cena de Oviedo, en mayo del presente año, ni siquiera hay una postura en común entra la misma parte. Es decir, por un lado, Patricia Sánchez de Porras, jefa de Prensa del Ayuntamiento de Leganés, asegura por escrito a este periodista, en referencia a la comida de Oviedo que “se trata de un gasto en una comida de trabajo a la que asistieron cerca de 10 personas”. Sin embargo, el alcalde declaró ayer públicamente que “fuimos a cenar después del partido 20 personas”. Por tanto, a nadie se le escapa que una cosa y la contraria al mismo tiempo no pueden suceder.
¿Eran 10, 20 o cuántos? ¿Por qué emanando las cifras del mismo Gobierno son distintas? ¿Quién no dice la verdad? Si el guarismo que da Sánchez de Porras es cierto, cada comensal habría costado al erario público, en esta oportunidad, más de 47 euros en una sola noche. Así las cosas, los nombres y el número de éstos sigue siendo todo un misterio. A pesar de las cifras y de los platos que comieron, Llorente sentenció que “cada pequeña cosa es cuestionada y se utiliza como instrumento político” a la par que agregaba de esta cena futbolera: “yo entiendo que es una comida institucional”.
Visto en redes
A colación del tema comidas, conviene refrescar un tuit de Vicente Baeza, director de Protocolo del Ayuntamiento de Leganés a razón de 51.000 euros anuales. Baeza, quien guarda vínculos partidistas con el PSOE, expresaba por la red de los 140 caracteres hace dos años (el 16 de octubre de 2014) que, “en Leganés, 1.000 niñ@s no pueden hacer tres comidas diarias, pero el alcalde organiza una jura de bandera civil, sin duda cuestión de prioridades”.
Actualmente, en Leganés, hay cerca de 15.000 personas en desempleo, madres y padres de alumnos de escuelas infantiles y colegios y trabajadores municipales claman contra el Gobierno municipal por sus carencias y condiciones, sigue habiendo gente a las puertas de comedores sociales, entre otras cuestiones; toda vez que el alcalde socialista ha gastado miles de euros en sus comidas. ¿Criticará de igual manera esta situación, dos años después, Baeza? ¿Seguirá siendo cuestión de prioridades?