♦ Bueno, en realidad el show no ha parado nunca. Los parlamentarios, los nuevos y los antiguos, se sienten más a gusto en la tele que en el Parlamento. Millones de españoles siguen aferrados a esos falsos combates entre unos políticos ávidos de fama, ignorando que como en el boxeo, muchos combates están amañados. Lo están normalmente por las cadenas de televisión, pero muchas veces también por los mismos púgiles. ¿Cómo van a permitir una empresa televisiva que el combate termine en KO? Se les acabaría el chollo. El show debe continuar. El combate debe terminar en tablas. No sé quién estaba más interesado en que se repitieran las elecciones, si los diputados estrella o las cadenas de televisión. Desde luego estas van a hacer su agosto.
Se dice que las personas maltratadas en la familia suelen convertirse después en maltratadores. Lo mismo puede decirse de la manipulación. Las cadenas de televisión manipulan a los políticos y los políticos, a su vez, manipulan a los telespectadores. Apenas se ha cerrado el Congreso de los diputados, ya están organizando los debates televisivos. En el hemiciclo han estado sesteando, pero en la televisión hay que dar una imagen atractiva y de persona abierta. Lo que hagan después en realidad, no les supone ningún problema de conciencia. Nadie les va a controlar y nadie los puede llevar ante los tribunales por sus falsas promesas. Me gustaría que los debates televisivos de los políticos tuvieran que enfrentarse a un tribunal de periodistas realmente independientes o que se sometieran a un control de calidad
¿Cómo van a admitir los políticos en un debate televisivo que el verdadero problema de España son ellos mismos? ¿Ha reconocido alguno de los líderes políticos que en el fracaso de esta legislatura, que nos ha costado y nos está costando bastante cara a los ciudadanos, son ellos los únicos culpables? “La culpa la tenemos los partidos políticos”, eso es lo que dicen. Así, la culpa es de todos, pero no es de nadie en concreto. No ha habido ningún partido que haya reconocido su propia culpa. Y como no hay reconocimiento de culpa, no hay tampoco arrepentimiento. Y las próximas elecciones serán más de lo mismo. Y los ciudadanos ya estamos hartos de tener que votar a unos partidos que nos han defraudado y que impiden que otros partidos se puedan presentar. Hartos de votar a unos políticos a los que quisiéramos “BOTAR”, a unos políticos que no conocemos y que nos han impuesto. Y, para colmo, estamos hartos de que los políticos se dejen manipular por los grandes medios de comunicación y luego nos quieran manipular.
Félix de la Fuente Pascual, Presidente de CILUS – Ciudadanos Libres Unidos