► Estas criaturas, ocultas bajo nombres falsos, mimetizados en la morralla que abunda, se encuadran enel marketing de guerrilla 2.0 y son muy habituales en temas políticos de Leganés
► Piedra angular y consigna digital de los troles leganenses: defensa a ultranza del Gobierno socialista y pataleo contra el partido que les hace oposición, ULEG
► Detrás de estos perfiles se encuentran personas que precisan de desahogo mental a través del anonimato, incluso cargos de confianza en el Ayuntamiento defendiendo la soldada
Para los que nacimos a lo largo de los años 90 nos son bastante familiares, ya en nuestra memoria, obviamente, aquellas entrañables aventuras de David el Gnomo y familia, que, dicho sea de paso, ponían de realce cantidad de valores aplicables a nuestro día a día. Sin embargo, de la misma forma que en la sociedad, tenía su contrapunto. ¿Qué sería de estos simpáticos personajes sin los troles? Esas estultas y ridículas criaturas pretendían poner, en vano, en apuros a los astutos gnomos, quienes, a la postre, resultaban vencedores de todo brete habido y por haber. Los años han pasado y esos niños y niñas, hoy veinteañeros, hemos crecido. Somos hijos e hijas de la era digital y sus nuevas tecnologías.
Y con eso hilamos. Aquellos troles, los que aparecían otrora como dibujos animados de los bosques encantados, los tenemos actualmente paseando por las redes. Y, créanme, algo más de carne y de hueso poseen que los clásicos. ¿Qué es un trol y qué hace por Internet? Va a ser la cuestión angular de este reportaje, centrándonos en Leganés.
Atendiendo a la acepción más contemporánea, nos encontramos una fauna notable en Leganés de estas criaturas. Los troles digitales no son ni más ni menos que seres cobardes cobijados tras un nombre falso y una foto que no corresponde a su persona. Tienen la necesidad de contar con un perfil de semejantes características para dar rienda suelta a sus intentos de provocaciones, destilar su ira, son especímenes considerablemente enrabietados, hacer gala de su mezquindad y ADN cretino así como, y esto es fundamental, decir aquello a lo que no se atreverían de ningún modo con su nombre y apellidos reales.
Si usted, al leer este texto, está tomando consciencia por vez primera de estas conductas pululantes por las redes, no dará crédito. Efectivamente, cuesta asimilar que tipos y tipas talluditos y con responsabilidades públicas dediquen su tiempo a generar barro. Esa es otra y ha leído usted muy bien, de los que vamos a hablar son perfiles vinculados a la política y, en muchos casos, se sospecha que ocupan cargos de representación. Esto no lo dice una ligera intuición de quien suscribe, sino que lo confirman a este periódico distintas fuentes consultadas a la par que sufridoras de este movimiento y, de la misma forma, veremos y analizaremos de qué hablan y cómo lo tratan. Ello nos da la llave que abre la puerta a tales conclusiones.
Cómo tratar a un trol
Más allá de la conducta inminente pueril que supone chapotear en los fangos, no debemos, en todo caso, evidenciar molestia, sino compasión hacia seres cuya carcasa sólo guarda aire. En esa línea, no son ya pocos los manuales de Comunicación política o Comunicación corporativa que además de tener un apartado para tratar sobre este fenómeno, dedican espacio a cómo enfrentarse a ellos. Puesto que éste no pretende ser un texto sesudo, sino, más bien, divulgativo, daremos algunas pautas para el conocimiento de nuestro público. Hay un dicho en inglés que reza Don`t feed the troll, o lo que es lo mismo, no alimentes al trol. Esto es, no hacerle las delicias de seguir su juego, dado que el único objetivo que los nutre es el de provocar e importunar. En base a eso se deducen las demás recomendaciones. Por ejemplo, discutir con un personaje semejante sólo te traerá dolores de cabeza. No debemos darles ese gusto. De hecho, los periodistas comprometidos con el interés general y no dependientes de gobiernos solemos contar con su compañía a menudo. Hay que tomarlos como algo más del paisaje. También se puede optar por silenciar al trol y así dejar de recibir sus obsesivos mensajes y notificaciones.
Características de los troles leganenses
Esta suerte de marketing de guerrilla está bastante desarrollado en Leganés. Los troles que les presentamos a continuación son sólo algunos de los varios que creen manchar a diario y su temática es la política municipal. Tras un minucioso análisis de lo que cada uno de ellos nos regala, podemos afirmar que su existencia pivota sobre dos pilares fundamentales. Por un lado, apoyo al Ejecutivo que preside el socialista Santiago Llorente y, por otro, una ferviente crítica enrabietada a los oponentes políticos que ventilan vergüenzas del PSOE leganense, esto es, el principal partido de la Oposición, ULEG. No en vano, hay alguna ligera excepción que puntualizaremos oportunamente.
¿Por qué decimos que defienden a Santiago Llorente y equipo? Hay tuits del alcalde que de los cuatro retuits, por ejemplo, cosechados, tres corresponden a un perfil trol. O, mejor aún, periódicos, con fama de ‘mala leche’, que en sus publicaciones sobre el partido independiente sólo consigue retuits de troles cercanos al Gobierno. No se confundan, estas líneas no pretenden defender a nadie de seres emocionalmente vacíos, sino presentar una exposición conductual de los mismos.
Las redes sociales propician esta especie de barro. Es complejo ponerse en la mente de alguien acomplejado y que viste de trol, pero, normalmente, ellos y ellas entienden que manchan a su oponente con la descalificación oculta, que ganan puntos para con los suyos, o, el más ingenuo todavía, cree acercar a los vecinos y vecinas a sus posturas. Igualmente, no conviene olvidar, esta actitud les proporciona cierto desahogo psicológico.
Picapiedra, Pagafantas, Claudia…
Vamos a poner nombres a los sin nombre. Seguro que con los alias que gastan alguna carcajada irán soltando, se lo aviso. Al menos, para algo sirven. Ya parecen jubilados, pero tuvieron su apogeo en sus tiempos; nos referimos a Pedropicapiedra o Pepinorap. Ambos perfiles guardaban las similitudes de defensa al actual equipo de Gobierno y críticas a quien se atreviese a desacordar en su gestión. Varias fuentes han apuntado a Nuevo Crónica que éstos pueden responder a cargos de confianza.
Más de moda está uno que se llama Lo que hay q ver, y la verdad que nunca mejor dicho. Su nombre de usuario es @pagafantagarzon. “Sólo con ese nombre es muy ubicable en la IUCM, esa que no quiere a Alberto Garzón. Además, el contenido que profesa va en esa línea”, señala una persona consultada. Los últimos tuits de este personaje corresponden a estos primeros días de marzo. Tienen que ver con la (más que aparentemente falsa) denuncia de Márquez a Delgado. Aunque con la grabación que aporta el líder de ULEG queda desmontado el relato del director ilegal, el trol se afana en defender al socialista, aún con faltas de ortografía (signo también muy reconocible de estos zarrapastrosos). No se extrañen, ellos dirán qué sol tan radiante, aunque nos encontremos en la noche más opaca. El piñón fijo es su hábitat natural. Y es que, no lo olvidemos, detrás hay una persona, y lo que lo que Dios no da, Salamanca no presta… Este trol retuitea, como sus compañeros, al perfil oficial del PSOE de Leganés, a las Juventudes socialistas de la ciudad y a cuentas de afiliados o de cargos de este partido. También retuitea al tránsfuga Jorge Pérez, el equilibrista del Gobierno. Obviamente, no esperen menos que parabienes edulcorados de estas criaturas al sujetador del castillo de naipes.
El susodicho pagafantas también da cancha en su TL a sus compis yogui, es decir, a los demás troles que hermanados marchan juntos por la lucha común de patalear donde ven cualquier movimiento de ULEG. Lo pueden comprobar ustedes, es el factor que les une.
De hecho, el siguiente protagonista se hace llamar El Napoleón de Leganés. Este perfil últimamente retuitea a sus hermanos troles, más que habla. No en vano, basta realizar un poco de scroll para ver igualmente su bilis contra los mismos. Y, por supuesto, contra periodistas y medios que tienen a bien destapar tropelías de su partido en la localidad. En esa misma línea, tenemos al amigo Nicanor o Manolito. Nicanor es un fiel retuiteador de los contenidos de las Juventudes socialistas pepineras o de lo que dicen cargos puestos a dedo en la administración por Santiago Llorente.
Continuamos con el perfil de una tal Claudia. Cuidado con esta porque sí que comparte su apatía por Delgado y equipo, pero no es especialmente socialista. Ha criticado, desde su anonimato como buena trola, al polémico y salpicado de controversias varias Martín de la Sierra, delegado de Cultura, así como a la jefa de Prensa (la que no proporciona información pública, pero cobra por ello) Gracia Patricia Sánchez Porras. “Este perfil nos inclina a pensar a que podría pertenecer o estar cercano a posturas políticas que abanderaban la unidad popular y hoy están deshechos. También este perfil es propenso a soltar varios datos falsos de la gente”. No sería la primera vez que personas con sus nombres y apellidos han puesto en su lugar a la tal Claudia, que, por cierto y de la misma manera que los citados anteriormente, cuentan con apenas 10, 12 seguidores y, de vez en cuando, realizan montajes con la caras de sus oponentes en resultados que ellos han de considerar jocosos. Quizás en sus mundos así lo sean.
Antes de pasar a la siguiente, reseñar que esta Claudia, igual que sus pares, también suele apadrinar en forma de retuit a una tabernera mal encarada, —dulce y melodiosa, al decir de sus amigos—cuando menos, en redes sociales, la cual comparte pataleta hacia aquellos, políticos y periodistas, que se han atrevido a denunciar públicamente sus comportamientos y actuaciones que atañen al interés general y, más especialmente, al de su gremio.
Elecciones a la vista: ¿nacimientos de troles?
Son criaturas bastante abundantes en Leganés. Es dar una patadita con el dedo al ratón y encontrarte con unos cuantos. Y, no lo duden, a casi a un año vista de la próxima cita electoral se reproducirán con una celeridad sólo comparable a cómo se iban los euros de la Visa municipal cuando ésta estaba en manos de Llorente para sus banquetes. ¿Iría algún trol a alguna comilona de estas? De reciente creación es una tal Vicky García. Generadora de risas a su costa. Esta especie parece un poco más avanzada que el resto. Pero, no se confíen, es una mera ilusión.
Esta individua (puede ocultar un rostro masculino, pero al usar nombre femenino, la trataremos así) comenzó compartiendo contenido de ULEG. No obstante, y se pueden engañar por su ojo, a los días comenzó a echar sapos y culebras contra éstos. ¿Pretendía hacer caer en una confianza al adversario? Otra característica que los une y que pone en práctica esta Vicky es mencionarse entre ellos o a otra gente para que comprobemos “lo ingenioso” de su comentario. Este mismo perfil, hace tan sólo unas fechas, sentenciaba que el líder de Unión Por Leganés se encontraba en el palco de un famoso equipo de fútbol de la capital y que posteriormente estaba en una cara marisquería, costeada la cena, dejaba entre ver, de fondos sospechosos. Eso decía la trola, pero recibía un sensacional zasca (un corte, ya que estamos con términos actuales, seguimos). Sí, Delgado colgaba a tiempo real una foto de su verdadera ubicación. Era en Leganés junto con otros vecinos en un bar siguiendo un partido. La tal Vicky García se calló y aguantó una réplica que resonó hasta en Australia. Sí, habíamos dicho que no conviene entrar en las redes del trol, pero, en según qué ocasiones, sí es aconsejable, así también lo reseñan los expertos en Comunicación digital, una puntal respuesta.
Y así podríamos continuar. Hemos procurado hacer una semblanza de estos perfiles y resaltar su proliferación. Finalmente, no son más que el reflejo de parte de la sociedad y su manera de actuar. Eso sí, recuerden que David el Gnomo cantaba eso de “soy siete veces más fuerte que tú, muy veloz y siempre estoy de buen humor”. Pues eso mismo. Un trol no posee la categoría para tocar el ánimo ni chupar energías. Y, tengámoslo en cuenta, que te persigan no deja de ser una buena noticia; es señal de estar vivo y de ser molesto.