Patricia Sanfrutos, usuaria del ‘Hospital de día de Oncología’, ha recogido —a la hora de cerrar esta edición— más de 42.000 firmas en la plataforma Change.org para solicitar unas «condiciones dignas para los pacientes y sus familias» en este servicio del Hospital Universitario de Getafe.
Según la denuncia plasmada en la red social de peticiones, «allí no podemos entrar con familiares que nos acompañen en estos duros momentos, y solo cuatro enfermeras se hacen cargo de más de 80 pacientes al día en una sala increíblemente pequeña y vieja que no supera los 50 m². Ellas, —Patricia se refiere a las enfermeras— son nuestras heroínas, nuestros ídolos, nos cuidan día a día pero sabemos que no pueden más. Dan todo lo que pueden y más para que tengamos los tratamientos a tiempo. Pero todos sabemos que es una situación insostenible».
«A la dura batalla contra la enfermedad —Patricia describe la dramática situación—, decenas de personas nos encontramos casi sin fuerza para poder luchar contra unas condiciones lamentables, pues entre butaca y butaca no hay casi espacio, ni mucho menos intimidad, tan solo un fino biombo te separa del resto de pacientes. Imagínate cómo es la situación cuando la durísima medicación provoca mareos y vómitos a muchos de nosotros».
Patricia ha iniciado esta petición «para pedir el apoyo de todos y hacer llegar esta reclamación al Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, y la presidenta, Cristina Cifuentes, para que pongan los recursos necesarios para tener más personal y, sobre todo, unas mejores instalaciones en el hospital de día de oncología del Hospital de Getafe».
Patricia Sanfrutos Muñoz tiene 37 años y desde 2009 lucha contra un cáncer, primero de mama, con posterior metástasis en la vértebra. Fue la primera persona a la que le quitaron una vértebra en el Hospital de Getafe, con más de 24 cirujanos.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Jesús Sánchez Martos, visitó el Hospital de día de Oncología de Getafe a finales de febrero para comprobar lo que ocurría y manifestó que los pacientes estaban «especialmente satisfechos por el tratamiento que reciben, la humanización y la cercanía». Sin embargo, el consejero se comprometió con las enfermeras y con el gerente del Hospital a «que el día que se llene, él mismo se vestirá de enfermero para intentar ayudar en las fórmulas de humanización que se han puesto en marcha aunque sea con mucha gente».