Estimada/estimado contribuyente; ¿Te imaginas una suerte de ente que cada día te fuese quitando un porcentaje de tu dinero para sus fiestas y risas? De ese mismo dinero que nadie a ti te regala, sino que tienes que trabajar mucho y bien para ganártelo. No, no nos encontramos ante ningún ejercicio de imaginación, sino de cruda y obscena realidad. Así que dejemos de figurar pesadillas y enfrentémosnos a crudas realidades. Ese ente existe y se llama UNELE, la famosa-por su capacidad de manejo de euros públicos para sí misma-Unión Empresarial de Leganés.
UNELE, cual pozo sin fondo, recibe, recibe y recibe cantidades ingentes y groseras de tu monedero. Se anuncian 200.000 euros, después más de 55.000 para una sola jornada en ellos y para ellos, 7000 euros de cócteles un año, al siguiente otros 7000 y pico, charlas para ellos de 100 euros el minuto… No es algo aislado; es un día, otro… Absolutamente ningún acto ha tenido el más mínimo rédito en ti, que los pagas. Y, encima, todo esto hay que aliñarlo con facturas cuya falsedad canta por los cuatro costaos. No hay que tener miedo a usar el lenguaje cuando es pertinente: nos toman por idiotas. Sin embargo, yo estoy convencido de que tú no lo eres.
Para ser justos y lejos de caer en el halago gratuito, en el terreno político el partido independiente ULEG ha abanderado con contundencia y sin complejos la crítica y férrea oposición al despropósito e insultante ejercicio que entre Ayuntamiento de Leganés y UNELE enhebran. Incluso, han padecido bravuconadas de gente próxima a esta entidad. Para seguir siendo justos, las no adscritas también se han sumado a esta postura de rechazo a este vomitivo enjuague.
Y en el ámbito periodístico, sin ánimo de tropezar con complacencias, este medio ha ido destapando puntualmente los enlaces, conexiones y procederes de este binomio de políticos carentes de preocupación por el esfuerzo de sus representados y empresarios liberales, pero que salivan por el néctar que se desliza por el grifo público. Esos mismos que te pueden despedir sin más, gracias a reformas laborales que humillan y maltratan al trabajador, pero te dicen eso de dame, dame, para mis saros. Cosen sus algarabías a los destinos de la hucha pública.
Podemos entender el papel de las subvenciones, pero en UNELE siempre son de centenares de miles de euros y al 100%. Y en las últimas fechas esta praxis se viene acentuando. Todo ello lo permiten el alcalde, Santiago Llorente y su delegado de Desarrollo Local y Empleo, Rubén Bejarano, durísimamente juzgado por los comerciantes de Leganés, además de otros agentes sociales. A este último, concretamente, se le debería caer la cara de vergüenza al conocer que el paro se ha incrementado en 432 personas, 432 dramas, en el mes de enero en Leganés. Cada vez, ese guarismo se acerca a las 13.000 almas, dígito innegociable en una sociedad democrática. Pero él, Bejarano, ya tiene a su conjunto de colaboradores colocados.
El contraste es para cabrearse. Y eso es, sinceramente, que lo que conviene, cabrearse. El cabreo encamina, toda vez sosegado, a la rebeldía. Podemos tener partidos responsables que velen por los intereses generales y no por Augusto Fuentes, presidente de la chupóptera UNELE, y Compañía o medios comprometidos y alejados de los lazos del poder, incluso, hasta ha dimitido un directivo de esta parásita- de lo público- asociación recientemente porque se negaba a seguir soportando el pestilente olor de lo que se ha convertido UNELE, pero tú eres necesario.
Sí, la persona más importante eres tú. En tu mano, finalmente, está que esto cambie o se normalice. Si se normaliza, irremediablemente, pasaremos al grupo de los Llorente o Bejarano; a los de los responsables y consentidores. Sé que no eres idiota ni te gusta que tomen como tal. Por ello, vecina, vecino, si lees esto, sé que lo afearás. Más que nada porque también beben de tu sangre. Sé que actuarás en consecuencia y que sabrás reconocer y distinguir los que se cachondean de ti a los reconocen tu sacrificio y entienden el dinero público como sagrado. ¿Tú has visto que llame alguien a tu puerta, pida dinero tuyo para una fiesta de ese tercero y ni siquiera te invite? No se lo toleremos. La mayoría conquistamos nuestras cosas merced al sudor propio y empeño. Hoy, lamentablemente, UNELE se amamanta constantemente de la ubre común. Por eso no importa cuándo leas esto. Ojalá rompa la inercia. Es tu esfuerzo y se lo están apropiando unos empresarios para sus eventos. Que no se lo coman los demás. De ti y de tu tomar conciencia también depende.