La candidata a a la alcaldía Vanesa Lillo, en plena ceremonia de la confusión y troskismo político, se presenta a la primarias de la marca de Podemos en el municipio
♦ El lío que tiene desorganizada a Izquierda Unida Getafe es, en sí, el paradigma o modelo repetido de la situación que atraviesa IU a nivel local, regional y nacional. IU está inmersa en un escenario de crisis organizativa y convulsión política. Getafe es, además de símbolo histórico de la coalición, la cuna política del actual portavoz de IU en la Asamblea de Madrid, exconcejal del Ayuntamiento de Getafe y uno de los pilares de la defensa de las siglas ante la ‘dejación’ de las siglas de IU por la organización a nivel federal. Gregorio Gordo y Ángel Pérez, el portavoz de la coalición en el Ayuntamiento de Madrid, constituyen la defensa de lo que ellos mismos definen como el ‘caballo de troya’ —en términos históricos— u «opa hostil con dinero fresco», —en términos económicos— del partido de Pablo Iglesias para desarticular a Izquierda Unida.
En Getafe, al igual que en el resto de municipios de la región madrileña, los militantes de IU están divididos entre el anhelo de una parte de sus dirigentes por mantener los colores y la opción política que representa IU y, en el lado contrario, los que aspiran a liderar las llamadas candidaturas de unidad popular como un nuevo frente de partidos, plataformas e individuos de izquierda radical.
En esta dinámica de enfrentamientos, la semana pasado, un grupo de militantes de IU convocó unilateralmente, sin notificación a los militantes, ‘una asamblea’ a la que asistieron unas doce o quince pesonas que ‘desautorizaron’ a la dirección local y ‘aprobaron’ la deseada confluencia con ‘Por Getafe’, la marca local de Podemos en el municipio.
Por su parte, la coordinadora de IU Getafe, María Luisa Gollerizo, en línea con la dirección regional, ha denunciado que Lillo se está moviendo «al margen de Izquierda Unida, que no ha asistido a las últimas reuniones ni comités a los que ha sido convocada y que está haciendo mucho daño al partido».
Además, al hilo de las últimas informaciones, notas de prensa y convocatorias públicas, la dirección local de IU ha cesado a la responsable local de comunicación, Yolanda Hidalgo, por el uso indebido de los medios de Izquierda Unida. A Hidalgo, aliada de Vanesa Lillo, la acusan de ‘robar’ o ‘secuestrar las claves de la página web y de las redes sociales de la organización. Fuentes de IU han asegurado que, en el caso de persistir esta ‘situación’, la semana que viene se llevarían los hechos a otras instancias.
María Luisa Gollerizo ha denunciado la gravedad de las palabras de Vanesa Lillo, candidata a la alcaldía elegida en las primarias de la coalición, al asegurar «que no reconoce» a la dirección local del partido. «Yo me he enterado por la prensa, —se lamenta Gollerizo— que pretende presentarse por otra organización política». «Las decisiones se toman en la asamblea, ya que IU de Getafe tiene más de 250 afiliados, y ni las organizaciones ni las instituciones se toman al asalto», ha censurado.
Por su parte, la diputada regional y miembro de la dirección de IU en la Comunidad de Madrid, Libertad Martínez, ha manifestado que van a dar hasta finales de mes a la candidata del partido a la alcaldía de Getafe, Vanessa Lillo, «para decidir si se queda o se marcha a la candidatura de Por Getafe».
Libertad Martínez ha dicho que todo el mundo tiene derecho a equivocarse, que «hay más de un candidato que se aturulla en los
últimos días», y que permitirán a Vanessa Lillo reconsiderar su situación «y si se ha equivocado iniciar el proceso de precampaña con su organización».
«Pero si se quiere ir, que lo confirme. No le vamos a dar mucho tiempo. Esta persona no tuvo ni el 50 por ciento del apoyo de la militancia de Getafe, y la organización no puede esperar las reflexiones o veleidades de personas que tienen su espacio seguramente en otro lugar», ha explicado. Fuentes de la coalición han asegurado que Vanesa Lillo habría ‘negociado’ el segundo puesto en la candidatura de ‘Por Getafe’, lo que supone, —según esas fuentes—, además de una decisión personal, una traición y una aceptación de la voluntad de aniquilar las siglas de IU.
La diputada regional de IU ha asegurado que no van a expulsar a Lillo del partido y que si se va será una decisión personal suya. «Si se marcha, IU Getafe tiene más de 250 afiliados, cuatro concejales, un apoyo de más de 11.000 ciudadanos, así como muchos movimientos sociales y sindicales que se mueven con IU».
Libertad Martínez ha terminado asegurando que IU Getafe «está en las mejores condiciones para buscar la mejor candidatura de izquierdas».