Que el alcalde de Leganés, Santiago Llorente, sigue tirando de la Visa municipal para llenar su estómago es consabido. Que esta información está siendo destapada puntualmente y en exclusiva por este medio también es consabido. Toda vez que Llorente lleva gastados miles de euros municipales en sus comidas, el debate se origina. Bueno, para ser justos, en este caso no hay mucho debate sino un conjunto de opiniones semejantes al respecto. Basta con ver los comentarios en la propia noticia o en redes sociales sobre la información para darse cuenta del cabreo sobresaliente de los vecinos y vecinas de Leganés ante las prácticas culinarias del máximo regidor socialista. Es harto lógico que a la gente no le suscite ni pizca de gracia el ver cómo sus impuestos en lugar de ser destinados a arreglar colegios, instalaciones deportivas, plazas, calles, incrementar las becas y otras situaciones van para los caprichos gastronómicos del alcalde. Una práctica totalmente amoral y fuera de la austeridad económica que exige la situación. La empatía se la ha debido de tragar también en alguno de sus banquetes.
Por tanto, opinión pública sobre el asunto del gasto en las comidas muy similar, prácticamente. Pocos quedan aún que lo defiendan. Y realmente, éstos se reducen a los que están bajo la cuerda de Llorente y no les queda otra. Por ahí, voy a hablar de Pedro Atienza y su justificación de circunstancias ante los sablazos que su jefe le pega a la Visa municipal. Además, entiendo que siendo un montoyano convencido (el mismo Atienza lo ha reconocido públicamente) resulte aún más pesaroso tener que salir a echar un capote a Llorente. Para capotes los que le podría, entonces, echar un taurino de pro Martín de la Sierra, el concejal reprobado y denunciado de Cultura y Festejos como (otro que hace corridas de toros con dinero público). Aunque éste también era montoyano. Bueno, éste no sabe ni de quién es, ha ido siempre al sol que más calienta. Bastante tienen con sus líos de judiciales y de diligencias.
De todas formas, vaya por delante mi opinión positiva hacia Pedro Atienza en lo personal. Siempre me ha parecido una persona amable y accesible. Una vez me comentó que no tiene inconveniente en darse una vuelta con un vecino para hablar de cualquier tema. Y le creo totalmente porque su personalidad así invita. Pero, Pedro forma parte y avala a uno de los peores gobiernos de Leganés, que más dispendios realiza y que se ha ganado el título de agencia de colocación para los y las tenientes del carnet de la rosa. Si un favor está haciendo a su amigo Rafael Gómez Montoya (indirectamente) es que el gobierno del que Atienza participa está haciendo bueno al que fuese alcalde entre 2007 y 2011.
En los próximos días publicaremos un amplio e interesante reportaje sobre la cuestión de los Presupuestos (o más indicado, de su ausencia) en Leganés, en el que participan los portavoces de distintos grupos municipales. La coletilla de “no hay dinero” la llevamos escuchando, por parte del ejecutivo leganense, desde hace bastante tiempo. Ya hemos demostrado que sí hay dinero para lo que interesa. Para la cohorte de cortijeros, sí. Para las comidas, por supuesto. Sólo hace falta ver la cara de Llorente; y la física también.
La última con la que nos ha sorprendido el Gobierno socialista y comunista es con el cierre de los teatros municipales para obras y eventos vecinales. Otra vez, en esta oportunidad, hemos tenido que escuchar el “no hay dinero”.
Bien, aprovechando la coyuntura del debate sobre Presupuestos cabía relacionar esta situación. Si la partida para los técnicos está agotada, ¿por qué se sigue tirando de la Visa para fundirse de una sola tacada 478,23 euros públicos en productos asturianos? Y este es sólo un ejemplo de todos los gastos que asolan la tarjeta municipal como comidas de alcaldía. Si la partida para los técnicos está agotada, ¿por qué contratamos a un fotógrafo con vínculos partidistas a razón de 50.000 machacantes cuando tenemos un nutrido gabinete de Prensa a base de enchufados? Si la partida para técnicos está agotada, ¿por qué empleamos más de 100.000 euros en una publicación partidista y propagandística del Gobierno municipal? ¿Hay o no hay dinero? Si la partida para técnicos está agotada, ¿por qué empleamos 2,5 millones de euros públicos para una subvención a un club privado como el Leganés? Si la partida para técnicos está agotada, ¿por qué empleamos 26.000 euros públicos para toros?
En el tema comidas, en julio, pregunté a Atienza qué opinión le merecía. Él, por no decir algo así como “pasapalabra”, respondió que “esto de las comidas son costumbres ancestrales” mientras añadía que “estamos dentro de lo tolerable”. Sin duda alguna, estas afirmaciones son carne de premio para las frases más cómicas de una legislatura. Pero, no ha de confiarse, queda aún para 2019 y le pueden superar puesto el surrealismo en que vivimos en Leganés aumenta segundo a segundo.
Vamos a ver, Pedro, no es ancestral que os gastéis ni un solo céntimo en este tipo de banquetes. Básicamente, porque tú muy bien sabes que la media leganense no se gasta en un solo día 478, 23 euros públicos en productos asturianos. Efectivamente, comer y juntarse para hacerlo es algo ancestral. Pero, ojo, diferencia lo público de lo privado. Yo, por ejemplo, este fin de semana he salido a cenar con gente (pagado de nuestro bolsillo). Te aseguro que no empleamos casi 500 euros en una noche, por muy ancestral que sea. En las Fiestas de Butarque también cené con gente y como la mayoría lo hice por la feria. El alcalde, Pedro, estuvo los días 16 y 18 cenando en restaurante privado y el montante de este último ejemplo asciende a los 500 euros públicos. ¿Es ancestral o no es ancestral?
Lógicamente, y siendo Pedro el edil de Hacienda y Patrimonio, tuve que relacionar esto. Pulso la calle, como periodista, y la gente se lo pregunta. Tan sencillo como, Pedro ¿si hay dinero tantas cosas, como las que hemos expuesto, por qué se anulan compromisos ya reservados para teatro de barrio y vecinal? ¿Por qué se aniquilan obras solidarias? ¿Por qué no habrá gala de la sonrisa de la asociación de Esclerosis Múltiple de Leganés? Tirando por lo alto un técnico cuesta unos 100 euros. Ya te he hecho el contraste de otros gastos. Tela.
Bien, pues ante esta cuestión y que conste que estoy dando un avance del próximo reportaje que publicaremos en exclusiva en este periódico, Atienza me afirmó que yo era un demagogo y que me gusta engañar. Sin duda, unas atribuciones contundentes. La pena es que Pedro Atienza no ha tenido a bien probar lo que afirmó. No ha demostrado dónde he engañado yo a nadie. Ni lo podrá hacer porque no hay vestigio de ello. Igual se le calentó la lengua como a Oliva en aquel enero de 2015.
Vamos a ver, Pedro, la economía de un ayuntamiento es muy similar a una doméstica. Más allá de lo micro y lo macro, se van haciendo particiones para distintos tipos de gastos. Lo que percibe la gente en la calle, que es lo que te trasladé, es que sí hay dinero. Pero, lo hay para lo que os da la gana. La demagogia, Pedro, es andarse con el tema de las partidas y que si una se acaba no se puede exactamente coger de otra. Y te explico por qué. Te decía, querido Pedro, que una economía casera guarda notables semejanzas con la de las arcas municipales. Así, podemos hacer distintos apartados. Uno para las vacaciones de verano, otro para las salidas de los viernes y sábados, otro para comer y ropa, otro para pagar el IBI y así sucesivamente… Bien, Pedro, como tantos otros, ya me han cargado el IBI este octubre. Si te vengo con el cuento de que mi partida para el IBI me la dejé en las vacaciones de verano o se quedó en este sábado, ¿qué me habrías dicho? Que o se paga o a morosos. Porque lo del IBI sólo se lo perdonas al concesionario de La Cubierta, que se enteren los vecinos. Entonces, apreciado Pedro, no es demagogia. Yo no puedo decir para tu recaudación de IBI que no tengo dinero. ¿Y tú a los vecinos para sus eventos y obras solidarias sí? Ancestral, ¿no? Por favor, Pedro. Y que tenga que soportar que me califiques de demagogo y que me digas que engaño a la gente… Se escapa a la lógica. Te recuerdo, estimado Pedro, que un buen conocido tuyo como el director general irregular de Cultura, Reinaldo López (que en su época de responsable de Prensa te acompañaba cuando venías a mi programa de radio), sí ha tenido que rectificar sus trabajos en más de una ocasión porque los juzgados decían que manipulaba información. Yo no. A ver si queda claro.
Dicho esto, también es de justicia señalar que el propio Atienza en tuiter, horas después del debate celebrado, tuvo a bien expresar en relación a sus gruesos calificativos que “siento si fui muy brusco en mis palabras. No era mi intención ofender. Debate acalorado”. No ofendes, Pedro, porque es incierto que yo haya engañado jamás. Dicho esto, te honra y recibo alegremente tus disculpas.
Tengo a Atienza por una persona muy razonable y sensata y sé que hasta a él, que se defiende muy bien en la argumentación, le cuesta justificar estos dispendios en banquetes de su jefe y que ya están en boca de todos los leganenses, nunca mejor dicho.
Pedro, no es engañar, no es demagogia, no es ancestral sino que Llorente se está pasando y bien con el uso de la tarjeta municipal. Aquí, lo ancestral, querido Pedro, es la cara que han tenido, por lo menos, los últimos tres alcaldes que han regido Leganés en muchas y diferentes cuestiones.