Quizás alguno diga que el ciudadano no va a despertar nunca. Allá él. No está todo perdido. Hace una semana me refería de una forma muy crítica contra el acuerdo de la UE con Turquía sobre el problema de los refugiados. No he sido el único, aunque sí uno de los primeros. Creo que nuestro parlamento español no se va a atrever a dar su conformidad a dicho acuerdo y va a ser difícil que la UE lo apruebe y mucho menos en los términos en que estaba previsto. Luego, los ciudadanos sí podemos hacer algo. Hay más ejemplos con los que podría demostrar que podemos enfrentarnos a nuestros gobernantes y pararles los pies.
¿Qué más necesitamos para despertar? Nos han quitado el trabajo. Nos han desprestigiado la sanidad y la educación, están construyendo una sociedad sin valores –hace ya muchos años que un ministro de economía dijo en pleno auge de nuestra cacareada democracia que España era el país donde uno se podía hacer rico en menos tiempo-, incluso se han adueñado del movimiento del 15 M y lo han manipulado y aguado, y no han hecho el más mínimo caso de lo que los ciudadanos les hemos pedido en las urnas.
Un paso más ¿Nos hemos detenido a pensar si están seguras nuestras pensiones? En medio de tanto desorden político que estamos viviendo tanto en España como en la Unión Europea, ahora resulta que esos señores mayorcitos, sí esos jubilados que según unos políticos “ya no sirven para la vida política” y a quienes, según otros, “habría que mandarles al otro barrio” -es lo que en realidad está pasando con esas eternas listas de espera sanitarias- son los que están manteniendo en muchos casos a hijos y a nietos. Pero ¿qué ocurrirá si un día empiezan a recortar las pensiones? ¿Qué eso no pasará? ¿No ha sucedido en Grecia? ¿Qué ha ocurrido con el Fondo de garantía de las pensiones? ¿Y que sucederá el día que lleguen a la edad de jubilación aquellas personas que han estado en paro gran parte de su vida laboral? ¿Podrán contar con su ayuda sus hijos y sus nietos?
¡Alguien se está comiendo tú pensión! Quizás no sea la tuya, si eres de los afortunados que no tienes a familiares en paro, pero sí la de tu amigo, la de tu hijo, la de tu vecino……Y no son precisamente tus hijos o tus nietos los que se están comiendo tu pensión. No, los que te están comiendo la pensión, son todos aquellos gobernantes –palabra que rima con mangantes- que han contribuido a que tus hijos o tus nietos no puedan tener un puesto de trabajo digno.
Si alguien piensa que con el pacto anticorrupción está ya todo solucionado, “que pierda toda esperanza”. ¿Os imagináis que dijéramos que para ser un buen padre basta con no emborrachase? Un padre “manirroto” puede ser tan nocivo como un padre borracho. Y nuestros políticos despilfarran a manos llenas.
Es hora de que les exijamos a los políticos muchísimo más que un pacto anticorrupción. Ellos no lo van a hacer. Lo estamos viendo. Es mucho lo que está en juego: el futuro de nuestros hijos, e incluso el futuro de los mismos jubilados y de las pensiones. Se acabó eso de “yo no quiero saber nada de política. Eso es un suicidio. ¿Despertar o seguir dormidos? Esta es la cuestión.
(El próximo día hablaré de la necesidad y del método para controlar a los políticos)
Félix de la Fuente Pascual, Secretario de Acción Política de CILUS, Ciudadanos Libres Unidos
