Santiago Llorente, Carlos Delgado y Pedro Atienza. Imágenes extraídas del vídeo del Ayuntamiento de Leganés
► El Gobierno de Llorente se excusa culpando a ULEG de todos sus males
► Unión Por Leganés saca a relucir todos les debes de la legislatura
► Leganemos y PP ‘disimulan’ con una crítica suave a Llorente
Con el final de junio llegó, una vez más, una nueva edición del Debate sobre el Estado de la Ciudad. Las líneas generales sintetizan a un Ejecutivo desgastado que focaliza cualquier achaque en ULEG, que no gobierna. Prácticamente, fue un cara a cara entre un pobre y conocido PSOE y un fiscalizador de los intereses generales ULEG. Leganemos y PP, comparsa de Llorente, se mostraron en la línea de la crítica amable y contenida. Ciudadanos se distanció de la gestión del PSOE. Las componentes de Ganar Leganés abandonaron al no permitirles tener voz. El tránsfuga Jorge Pérez ni siquiera asistió.
Arrancaba Llorente con un discurso de media hora. Igual que otras veces en este debate, el primer edil, más allá de no ser un crack en la oratoria, se evidenciaba taciturno, con tono lineal y monótono, y falto de ímpetu. Se hacía pesado escucharle y se notaba que a Llorente le sobraba lo que él convirtió en un trámite. Básicamente, expresó que, en su opinión, la ciudad está mejor que hace tres años y destacó lo que él interpretó como bondades de su legado, mientras echaba la culpa de todos sus males a la aritmética plenaria y a ULEG. En algunos casos, cuasi roza la obsesión sostener una argumentación basada en qué malo es cierto grupo municipal.
Carlos Delgado comenzaba señalando que el proyecto del PSOE y del grupo al que pertenezca Bejarano es “una estafa política, famélico en principios y carente de proyecto”. Y les achacaba no haber sido capaces de presentar unos nuevos presupuestos, las sentencias millonarias a costa del riñón de los vecinos, los opíparos banquetes con dinero público, los directores generales ilegales, según la Justicia o el trucar fotos que “es una metáfora sin maquillaje informático de lo que es su gestión”.
En Leganemos, primero tomaba la palabra Martínez Borrega quien en tono laxo se adueñaba de la reclamación de pedales cuando emana de una reivindicación vecinal. Su jefe, Muñoz Murillo, el que quiere quitar el agua caliente de los colegios, véanse los vídeos, se dedicaba a esparcir risitas cuando hablaban grupos fuertes de la Oposición como ULEG y que, a diferencia del suyo, no han menguado en número de ediles.
Por su parte, el portavoz de Ciudadanos, José Manuel Egea, señalaba, en referencia a Llorente, que “esperemos que sea su último debate como alcalde del municipio” a la par que le achacaba falta de coherencia y eficacia y le decía inoperante a la hora de adoptar medidas en pos de solucionar los problemas de los vecinos. Le recuerda que un Gobierno debe trabajar por la transparencia.
El bloqueo bloquea al Gobierno
En cuanto a los portavoces del Gobierno, un Bejarano “llorón” se quejaba por el manido bloqueo y aseveraba que es un hándicap. Además, vino a decir que la alternativa a este Gobierno son ellos mismos. Habló de mejorar la educación pública teniendo las infraestructuras en los colegios de la localidad como las tienen y con manifestaciones en las calles o la penosa situación de la escuela de música o el problema del amianto. Por su parte, un espeso Atienza señalaba que se van a terminar las obras de la biblioteca central para autocorregirse, carraspeo mediante, y decir que iniciar. Además, cuando habla de las prioridades de su Gobierno, ahí está el vídeo de nuevo, se hace el silencio, dice “eh” y se lo piensa.
En cuanto a las respuestas, destacar que Llorente se limita a decir a Delgado que éste sólo busca el ataque personal y, otra vez, que quiere paralizar. Un Gobierno en modo lamentoso y que no asume que quien gobierna es él.
El portavoz de Unión por Leganés-ULEG le arengaba: “Usted no transmite ninguna energía por hacer nada por esta ciudad. Y que si Carlos Delgado tiene la culpa de que el secretario esté investigado por Púnica… Yo no le he investigado. Decir eso a la ciudadanía no es hostigar, señor Llorente, es informar. Y señor Atienza usted se ha tirado más de tres años sin cumplir con su obligación más básica que es elaborar un presupuesto de manera incondicionada, sea cual sea la situación política, la ley le obliga. Y diga a sus sicarios mediáticos que dejen de insultarnos. No utilice usted a la gente de Al Cabo de la Calle para insultar. No sé por qué el señor Muñoz se pone tan nervioso”.
