Por la cercanía con la Base Aérea y ante el riesgo de colisiones con las aeronaves que maniobran en la Base Aérea
La familiar estampa de la cigüeña sobre el campanario de la iglesia, en este caso el de La Catedral de Getafe, ha pasado al recuerdo. No porque estas aves de gran tamaño, que encuentran en lo más alto de las torres su lugar ideal para construir sus nidos, hayan optado de forma voluntaria buscar otro lugar de residencia. La determinación viene de la mano del hombre, que en este caso ha procedido, “por seguridad”, a derribar su nido con la intención de disuadirlas.
En la tarde del pasado día 8 de febrero, según ha podido saber esta publicación, se llevó a cabo la retirada del nido “por una empresa autorizada y especializada en estas tareas”; actuación que se llevó a instancias de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, considerando que era el momento adecuado, ya que queda fuera “del periodo reproductor de la especie”.
Esta decisión se ha llevado a cabo una vez estudiado el informe de seguridad elaborado por la Base Aérea de Getafe y la compañía AIRBUS, al haber constatado que la presencia de estas aves en las pistas y sus alrededores pueden derivar en colisiones con las aeronaves que operan en las mismas, “lo que constituye situaciones con un alto potencial de riesgo, por verse producidas en maniobras especialmente críticas, como son las operaciones de despegue, aproximación y aterrizaje”. Todos los años se registra algún incidente, si bien hasta la fecha solo han ocasionado daños materiales a las aeronaves, aseguran las fuentes consultadas.
Es por ello que se solicitó al consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid que evaluase y considerase dicha situación y, si procedía, autorizar a retirar el nido de cigüeña blanca situado en la torre de la parroquia Santa Mª Magdalena, respuesta que se ha dado este mes de febrero, permitiendo la desmantelación del nido.
Por lo que respecta a la parroquia Sta. Mª Magdalena, “ha sido informada en todo momento de estos trámites y ha querido colaborar en todo lo que suponga la seguridad de la ciudad como en el cuidado de las aves”.
Siguiendo la legislaciónen en estos casos, Medio Ambiente ha colocado una base de nido donde pueda anidar la cigüeña blanca en un paraje apartado del casco urbano. Otra cosa es que esta singular ‘vecina’ de la torre y su familia acepten ese lugar como su ‘nueva casa’ de ramas y palos con un diámetro que puede alcanzar el metro y medio, una profundidad de entre uno y dos metros y un peso que puede llegar a los 200 kilos. Por todos es conocido que la cigüeña blanca, ave de querencias urbanas, es de costumbres fijas, además de persistente.
La cigüeña es un ave migratoria, que pasa el invierno en África para regresar los meses más cálidos a Europa, teniendo a los campanarios españoles como algunos de sus enclaves preferidos, como es el caso de la torre de La Magdalena. Por su querencia a retornar al mismo lugar, mucho nos tememos que insista en volver a construir su nido allí donde le fue arrebatado, para deleitarnos con su silueta en lo más alto y acariciarnos los oídos con su crotorar, ese especial sonido que emite con su largo pico rojo.
