Más vale tarde que nunca; pero… Casi cuarenta días después de los hechos que motivaron la actuación, exactamente el día 3 de enero, la Jefatura Superior de Madrid informaba que Agentes de la Policía Nacional habían detenido a dos menores como presuntos autores de un delito de lesiones y otro de tentativa de homicidio a varios jóvenes cuando ‘salieron de caza’ por Getafe. Además de menores de edad, lo que les concede una cierta impunidad, los jóvenes están en el catálogo de los Trinitarios, una escisión de los Dominican Don’t Play, una de las bandas latinas más peligrosas que pululan por Madrid y el extrarradio. Sus integrantes se consideradan miembros de una ‘organización secreta’, la primera de ellas —la DDP—, está declarada ilegal por Tribunal Supremo.
Los hechos, a pesar de lo inhóspito de la fecha elegida para su difusión, sucedieron el pasado día 27 de noviembre. En un pequeño lapso de tiempo, aquella madrugada fue testigo de dos reyertas en Getafe con distintas víctimas pero con los mismos agresores. La primera de ellas, sobre las cuatro y cuarto de la madrugada, varios jóvenes fueron golpeados y uno de ellos recibió numerosas puñaladas. La segunda pelea ocurrió una hora después, y una de las víctimas sufrió una fuerte traumatismo hepático penetrante. ¿Querrá decir, la nota de prensa policial, una navajada o algo así? Qué manera de expresarse para que nadie se entere. Lo único claro es que Getafe, de madrugada, no parece un lugar seguro. Por lo menos a finales de noviembre.
En ambos hechos, las brutales agresiones ocurrieron sin motivo alguno y los autores vociferaban frases como ‘patria’, ‘amor a trinitario’ o ‘rompe corona’. Las víctimas pasaron varios días en el hospital. Los investigadores identificaron a los presuntos autores y comprobaron que estaban relacionados con la banda de los Trinitarios, siendo uno de ellos un miembro probado y el otro un ‘monaguillo’ en fase de prueba, según la Brigada Provincial de Información de Madrid.
Ambos menores decidieron ese día ‘salir de caza’ y agredir a a cualquiera que se les cruzara por el camino. La semana pasada, un mes después de los hechos, fueron localizados, detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, que determinó su ingreso en un centro en régimen cerrado. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la comisaría de Getafe.
