A partir de este 15 de junio de 2019, y salvo sorpresa que habría de ser mayúscula, los destinos de la ciudad serán regidos, para los cuatro próximos años, por el PSOE y Leganemos. Pero antes de eso, las cuatro concejalas no adscritas, que han desarrollado su labor dentro del espacio Ganar Leganés, se han despedido con una rueda de prensa en la que han anunciado, entre otras cuestiones, la sentencia firme del Tribunal Supremo que les da la razón en cuanto a las ilegalidades y vulneración de derechos fundamentales en su expulsión por parte de Francisco Muñoz, firmante y último responsable de aquello.
“Hemos cumplido nuestra promesa de permanecer sólo un mandato como cargos públicos”, arrancaba Rocío Cruz, edila no adscrita. Ganar Leganés ha vuelto a obtener respaldo judicial, en esta oportunidad amparados por el Alto Tribunal. La purga a la que fueron sometidas estaba absolutamente fuera de lugar. Pero, atendiendo a las realidades, y por mucha razón de la Justicia, aquello, casi, ha quedado diluido en el tiempo. Hoy, aritmética electoral y pactos mediante, Fran Muñoz tendrá responsabilidades de gobierno. Ese es el juego de contrastes con el que cierra esta historia.
No en vano, Cruz, Condés, Barbé y Alonso han querido dejar claro que esto supone “un punto final judicial a una injusticia, si bien es una sentencia firme que llega tarde por ser ya inejecutable”. Además, han expresado que “el Gobierno consiguió quitarse de en medio a la principal Oposición y de se beneficiaron de nuestra expulsión ilegal, expulsión que tuteló el alcalde socialista”. Así, Santiago Llorente ha sido centro de críticas por “blanquear” esta vulneración de la formación que, en los últimos tiempos, ha practicado un viraje errejonista. “El último pacto de Gobierno entre PSOE y Leganemos viene a confirmar este pago de favores entre dichos partidos”, han valorado igualmente.
En esa línea, Barbé ha recordado que se trata de “dos partidos condenados que llegan a un acuerdo de la noche a la mañana. Eso venía de lejos…”, y ha ahondado en que “son gente condenada por no respetar las reglas democráticas. No puede ser una negociación al uso, sino exigir compromisos concretos. Ya hemos visto a estos dos partidos hablar de políticas de izquierdas que no llegan a ser tales. Aunque hay que tener alturas de miras y negociar con todos. Hay que ejecutar, no sólo prometer”. Por su parte, Condés ha expresado que “Llorente va a seguir gobernando igual. Desde la oposición se pueden señalar las cosas que se hacen mal y tiene que haber una voz crítica de la izquierda”.
Por último, Rocío Cruz ha cerrado con una afirmación reveladora «ahora queda claro cuáles eran los objetivos de otros. Y es muy difícil, cuando no tienes trabajo al que volver o liberado 20 años, hacerse a la idea de que uno está de paso y levantarse muy temprano».