La situación en que se encuentran muchos ciudadanos británicos tras el resultado del referéndum de Gran Bretaña es algo que nos concierne a todos los ciudadanos de la Unión Europea, también a España, como país, y sobre todo a la UE y a sus instituciones.
¿Por qué esto nos concierne a todos?
Se trata de unos ciudadanos europeos que adquirieron la ciudadanía de la UE el día que Gran Bretaña entró en la UE. Gracias a la ciudadanía europea adquirieron, entre otros, el derecho a moverse libremente y de establecerse en cualquier país de la UE. Muchos de ellos, haciendo uso de este derecho, tomaron unas decisiones que han marcado su vida: se trasladaron a España, compraron casa aquí y en otros países, etc, etc. Y ahora resulta que sin haber tomado ellos la decisión y sin haber incurrido en ninguna pena que los pueda privar de la ciudadanía europea, dejan de ser ciudadanos de la UE en contra de su voluntad.
Los tratado de la UE y la jurisprudencia nos dicen únicamente que se pierde la ciudanía europea cuando se pierde la ciudanía nacional, pero en ninguna parte aparece que se pueda perder la ciudadanía europea contra la propia voluntad, porque el gobierno o una mayoría de ciudadanos decidan decida separarse de la UE. Los ciudadanos que votaron corta el Brexit, no han perdido la ciudadanía británica. Los que hayan votado a favor del Brexit, es lógico que pierdan la ciudadanía europea, porque así lo han decidido, pero los que han votado a favor de la permanencia, no pueden ser privados de unos derechos personales porque a otros señores se les antoje. Se trata de derechos personales e individuales que solamente por renuncia o por la imposición de una pena pueden desaparecer
Esto da pie a otra consideración también seria. No quisiera por un lado aburriros con argumentos jurídicos pero, por otro, quisiera daros una idea general de lo que significa ser ciudadano europeo. Lamentablemente son muchas las personas que ni siquiera saben que existe una ciudadanía europea y somos muy pocos los que procuramos hacer una labor formativa e informativa sobre la UE. Estamos ante un problema de gran transcendencia.
“Será ciudadano de la Unión toda persona que tenga la nacionalidad de un Estado miembro”. Art. 9 del Tratado de la UE.
Somos ciudadanos de la UE todos los ciudadanos de los Estados miembros, y esos ciudadanos británicos que en contra de su voluntad corren peligro de verse privados de muchos derechos y enormemente perjudicados son “CONCIUDADANOS NUESTROS”. Y lo mismo que protestaríamos si a unos españoles se los privara de sus derechos sin causa justa, debemos protestar porque a cualquier británico se le prive de sus derechos como ciudadano de la UE.
Muchos ciudadanos británicos se adhirieron a la UE y han decidido continuar en ella
“La ciudadanía europea se basa en un compromiso mutuo de abrir las comunidades políticas respectivas a los otros ciudadanos europeos y de construir una nueva forma de solidaridad cívica y política a escala europea”.
A la UE se adhieren los Estados pero también las personas. La UE no es sólo ni principalmente una unión de Estados, sino una unión de personas “una integración cada vez más estrecha de los ciudadanos de Europa”. La salida de un Estado de la UE ¿tiene que conllevar necesariamente la salida de los ciudadanos que no lo deseen? A mi entender, no necesariamente. Nadie puede ser privado de sus derechos individuales en contra de su voluntad.
Por tanto, el Estado inglés a través de su gobierno ha roto los lazos con la UE, pero los ciudadanos que han votado a favor de la permanencia no han roto esos lazos.
¿Qué hacer, por tanto, ante esta injusticia?
Los ciudadanos de los todos los países de la UE debemos salir en defensa de los ingleses contrarios a la salida. Son nuestros conciudadanos.
La UE, a través del la Comisión y del Parlamento Europeo, debe buscar una solución para que estos ciudadanos británicos puedan conservar sus derechos en cuanto ciudadanos europeos. Son ellos, y sobre todo el Parlamento europeo, los que deben defender los derechos de los ciudadanos.
España y los demás países de la UE deben ofrecer sin restricción alguna y sin demora a los británicos partidarios de la permanencia en la UE la posibilidad de tener la doble ciudadanía, porque esa sería una forma de solucionar este problema
Pero no sólo a los británicos que están residiendo en España se debe ofrecer esta posibilidad, sino a todos los ciudadanos británicos que lo deseen, aunque estén residiendo en Gran Bretaña, porque estos también se ven privados de muchos derechos individuales en contra de su voluntad y que habían adquirido por ser ciudadanos europeos. Y no tengáis miedo, los británicos xenófobos y nacionalistas no lo van a solicitar.
Por sentencias similares sobre la ciudadanía europea del Tribunal de Justicia de la UE podemos deducir que la batalla está ganada. No es nada utópico lo que estoy diciendo.
Félix de la Fuente Pascual, Presidente de Ciudadanos Libres Unidos –CILUS, y autor del “Glosario Jurídico-político de la Unión Europea” y de “Dictionnaire juridique de l’Union européenne.