►Señalan “falta de compromiso, seriedad, anticipación y competencia” de la empresa pública de vivienda del municipio
Enésimo capítulo (amargo) en la travesía sin fin de los vecinos y vecinas de Getafe afectados por las obras de El Rosón, cuyo conflicto alcanza ya los seis años, y del que nuevocronica.es ha ido dando puntual información. En un duro comunicado, comienzan reseñando que cuando van a firmar «la notaría no tiene constancia» o que encuentran «erratas en los propios documentos necesarios para escriturar». Pero, especialmente, en esta ocasión claman por el documento denominado ‘gesto comercial’, propuesto por la propia empresa pública.
Según relatan, ahí «se estipulaba que la EMSV corría con los gastos de la compraventa de vivienda y anejos vinculados, su registro y el pago del AJD”. No en vano, y para su mayúscula sorpresa, «la EMSV ‘regatea’ con dichos importes. Esto ya nos da bastante vergüenza, pero más vergüenza nos da que manifiesten que de ninguna manera les van a retener a ellos ese dinero y que se lo retengan a la parte compradora, es decir, a los vecinos afectados. La empresa tiene la intención de que la retención de estas cantidades se nos haga a nosotros en vez de a ellos, como indica el acuerdo ofrecido por ellos mismos ‘gesto comercial’». Estamos hablando de una cifra que podría oscilar, según ha podido conocer este medio, en los 1.500 euros.
Vidas paradas
Además, los vecinos y vecinas afectados vuelven a lamentar que, en muchos casos, han visto «mermadas sus capacidades económicas después de haber estado años y años pagando alquileres de más, que no se han podido permitir, en algunos casos ‘lujos’ como casarse o tener hijos porque tenían que ahorrar puesto que no sabían cuántos meses o años de alquiler les quedaban por pagar».
Por último, alertan de una situación, cuando menos, inquietante. «Los adjudicatarios que ya han podido firmar las escrituras van a la casa encontrándose los baños usados de sus viviendas sin tirar de la cadena, colillas por el edificio, suciedad por todos los lados, puertas abiertas de viviendas, a algunos incluso les dan mal las llaves de su vivienda teniendo que volver a la EMSV a reclamar, goteras en zonas comunes, la mayoría de los desperfectos sin subsanar cuando ya han tenido tiempo suficiente, vigilantes que se duermen a pie de calle y un sinfín de etcéteras propios de una empresa promotora encargada de gestionar, pero que ni sabe ni ha puesto interés en hacer nada bien las cosas», sentencian.