Una pregunta, sin duda, que ni los propios políticos se atreven, con claridad, a vaticinar. Falta aún para el desenlace del cuento. Un escenario lleno de dudas y de posibles combinaciones pero, en donde ninguna de ellas termina por casar. Lo cierto es que, en estos días, la realidad política de España no está pendiente de los múltiples problemas de los ciudadanos sino de la aritmética y de la ingeniería matemática de los escaños.
La lista más votada es la que, en principio, tiene que mover ficha. De no ser así sería la segunda. Es cierto que pocas pistas hay sobre el próximo gobierno. No en vano, contamos con una línea bastante esclarecedora y es, precisamente, el nombramiento del presidente del Congreso, Patxi López. Accedió al puesto gracias a los votos de Ciudadanos y la abstención del PP. En ese sentido la duda asalta, ¿es Ciudadanos el salvavidas del bipartidismo?
La opción de un bloque reformista en el que estén incluidos los dos primeros partidos en número de escaños y Ciudadanos nunca dejó de tener fuerza. Si bien esta alternativa supondría un duro revés al PSOE por parte de sus votantes. A nivel nacional, tanto como en Madrid, los socialistas están divididos. Los hay que opinan que por sentido de Estado deben apoyar en ciertas cuestiones al PP y los hay que no.
A Podemos nadie lo quiere para un pacto. Hasta Pedro Sánchez se empieza a cansar ya de Iglesias a quien reprocha que no haga otra cosa que hablar de sus grupos. Y es que parece que a los de la formación morada el pisar las mullidas alfombras de la cámara les ha afectado. Más grupos equivale a más dinero. No es ilegal, ni mucho menos, pero estéticamente es muy feo. Les molestaba que se dijese que Podemos como tal no eran 69 diputados. Ahora, ellos lo están dejando bien claro.
Entre los grupos y el baile de escaños no dan de basto los de Iglesias. Pensar en el intercambio de cromos, pidiéndole asientos a Sánchez, resta tiempo para ocuparse de las verdaderas preocupaciones de los españoles. Además, el tema de Irán es ya una realidad para Pablo. Resulta indignante que él mismo se quede tan ancho despachando este tema afirmando que “en política hay contradicciones y cabalgaremos con ellas”. Es detestable que un régimen como el iraní que se cobra vidas civiles inocentes y tiene sometida a la mujer tenga relación con Iglesias. Sí, una contradicción pero a él le gusta cabalgarlas. Una irresponsabilidad propia de la casta.
Pero, para casta también está Bescansa. Le salió muy mal la jugada del postureo. La mayoría de españoles no podemos tener en nuestro trabajo a nuestros hijos. Hacer porque eres político lo que la gente normal no puede permitirse, ¿es una acepción de casta, verdad? Vergonzante que encima lo hiciera pagándole todos una guardería en el propio Congreso. La conclusión de Podemos visto lo visto es clara; una auténtica pena que el movimiento 15-M haya terminado gobernado por Pablo Iglesias.
Muchas caras nuevas se han visto en el Congreso y otras que ya están más que vistas como es la de Villalobos. A ella no le gusta pasar desapercibida y se esmera en superar siempre su anterior perla. Poca mención y atención merece quien le gusta más jugar con el móvil en lugar de ejercer la vocación que lleva implícita la responsabilidad política.
Por lo demás, es notorio que los partidos nacionalistas tendrán más protagonismo que Unidad Popular quien con más votos que ellos ni contará con grupo propio. El único partido que, entre otras muchas cosas, sí se comprometió a retirar la Monarquía. Sin embargo, es precisamente Felipe VI, por su gracia divina, quien puede proponer a un candidato a presidente. Dicen que, en ese caso, optaría por la lista más votada. Sería una broma de muy mal gusto que alguien carente de empatía social y que ostenta el récord en recortes sociales y libertades como es Rajoy repitiese.
Si no hay acuerdo y se tuviesen que retomar las elecciones habrá que tener claro un dato: el de los 130 millones de euros que costaría su reiteración. En cualquier caso se antojan unos resultados muy similares si en primavera vuelve a ver comicios.