Es un tema al que desde este medio siempre hemos puesto especial atención y dado puntual información. Las no cadenas, obviamente, hacen mucho. De hecho, nos podemos sentir especialmente orgullosos porque siempre que hemos publicado sobre este asunto el Ayuntamiento de Leganés se ha visto obligado a actuar y a corregir todas las ilegalidades que en este sector son santo y seña en territorio pepinero.
Efectivamente, estamos traspasando la valla que marca entre lo legal y lo ilegal. De hecho, se dan todos los elementos para filmar una de piratas. Película en la que ganarían, a día de hoy, los piratas, aunque haya alguna esperanza de cambiar el final por gente que aún lucha e insiste en la limpieza de este oficio en Leganés. Por supuesto las vallas que delimitaban lo ético y estético, tan de moda últimamente, sobre todo, en boca de vividores y trabajadores en diferido, están derruidas.
Seamos claros, las vallas fuertes y recias que reinan, todavía, en Leganés, son las abrazan y delimitan el Cortijo, ya hasta con mayúsculas, de Llorente, secuaces y satélites. Lo de las vallas publicitarias de carácter cortijero total. ¿Por qué esos piratas? ¿Por cuánto? ¿Quiénes son? ¿Quiénes participan del pastel?
La última novedad es superación de las siguientes. En eso no podemos reprochar nada al Ejecutivo, cada vez las hace más gordas. No en vano, siempre hay cazadores de piratas y eso, lo sabemos de buena tinta, molesta y mucho a los actuales regentes.
Y aquí los volvemos a cazar, en una gigantesca valla de la M40, la misma que viste y calza en la fotografía. Mucho cuidado porque esta valla en cuestión estaba ya denunciada al Ayuntamiento de Leganés por una gran superficie que opera en las proximidades de las que hablamos. Y más: se trata de una valla con el escudo del propio consistorio y que la concesionaria, IEPE (con enviados que coinciden en siglas con los que mandan; próximamente más), emplea con absoluta y total impunidad. Cabe reseñar que, antiguamente, era una estructura en propiedad del centro comercial M40.
Hay denuncia y un expediente abierto por parte del Ayuntamiento de Leganés, pero, por el momento, se niegan, así de claro, a retirar. No les da la real gana… ¿Por qué? ¿Por cuánto? Estaría bien hablar con el propio alcalde, quien tiene asumidas las competencias de Seguridad Ciudadana siendo el último y máximo responsable de esto y de lo que ocurre en la ciudad. No obstante, tiene dichas competencias delegadas en un dedazo.
Y tampoco vayan a creer que al inoperante director irregular, según la Justicia, y enchufado por Llorente, Óscar Oliveira, se le puede preguntar tampoco nada. Es un tipo que ya acapara titulares en prensa nacional precisamente por eso, por su inoperancia en el cargo. Uno más del Cortijo, una piedra más en la pesada mochila que PSOE, IUCM (aquella que es mandada a pastar por la otra), PP, satélites y tránsfuga cobijado han puesto a los vecinos y vecinas.
Lo dicho, quédense con eso, si una valla instalada de forma ilegal tenemos, nada más y nada menos, que el escudo del Ayuntamiento de Leganés y encima está denunciada, no cabe otra cuestión que, ¿por qué no se desmonta ya? El pastel huele rarísimo. Tanto que a los demás ya se nos queda color de tarta del asombro con cada goteo incesante de golfería.
Seguiremos informando, pero lo que es cristalino es que el Ayuntamiento patrocina, con su escudo, soportes publicitarios gestionados sin permiso. El Cortijo podría tener fecha de caducidad: mayo 2019. El pueblo decidirá.