Nos aproximamos al ecuador de la legislatura. Sin duda, hay muchos motivos para no olvidar la desastrosa gestión que está firmando este Ejecutivo (PSOE, IUCM, tránsfuga expulsado de Ciudadanos y la derecha en la sombra que cuadra las votaciones plenarias). Motivos de los que hemos ido dando buena cuenta y que no caen en saco roto.
No en vano, en esta oportunidad, la candente actualidad nos invita a comentar la última vergüenza política del municipio cuyo último y máximo responsable es el socialista Santiago Llorente, secuaces y cohabitadores políticos mediante. Se trata del cuantioso pago de 3,2 millones de euros por pagos en sentencias perdidas de este ayuntamiento. De todo lo que aconteció en la sesión extraordinaria del pasado 6 de abril hemos dado buena cuenta en este medio. Ojo, no se trata de una versión de pastelero edulcorada, sino de lo que realmente allí se dijo, de la cruda realidad.
Me dicen a menudo que están siendo dos años para olvidar de la historia política de Leganés. No estoy de acuerdo. Yo confío en que no se olviden, precisamente, para no ser partícipes, de nuevo, de la elección de los mismos responsables de estas obscenidades. El surrealismo en el que nos han sumido PP, PSOE, IUCM y tránsfuga expulsado de Ciudadanos es para tenerlo muy presente. Cuando vuelvas a escuchar de este gobierno que no hay dinero, respóndele bien claro que tú sudas en el trabajo para pagar impuestos y que ese esfuerzo no va para pagar sentencias, sino para servicios y para el bien común de todos los vecinos y vecinas de este municipio.
Estamos hablando de 3,2 millones de euros. No, no salen de la nada. Como hemos apuntado salen de nuestros impuestos que se generan en base a nuestro trabajo. Y, se supone que confiamos su gestión a cargos públicos responsables y éticos. Pues, a la vista está…
Desde el gobierno alegan que es que hay que pagarlas. Claro. A ver, si yo rompo, porque me da la gana, una ventana en mi casa, no me quedará otra que reemplazarla y pagar lo correspondiente por ello. Pero, he dicho si yo rompo; porque sí, porque me dé la gana; vamos, por un acto irresponsable. Y exactamente eso es la consecuencia de este copioso abono de sentencias, un devenir de una actitud política absoluta y totalmente irresponsable. Claro, continuando con esa metáfora, si la ventana la rompes tú, la terminas pagando tú. Éstos tienen la hucha del erario. Y así de fácil hacer y deshacer porque hay 190.000 paganinis que sudan para que unos pocos vivan estupendamente. Tú que te levantas todos los días a currar, ¿no te cabrea este pago? Tú que estás buscando trabajo y sorteando la situación de la mejor de las maneras, ¿no te cabrea este pago? ¿Tú eres consciente de quiénes nos están abocando a esto?
¿Tú eres consciente de que por un capricho se cargan a una empresa para dársela a un amigo y nos cuesta un millón de euros? Reflexiona. ¿Cómo vamos a tener mejores servicios, ayudas a desempleados, ascensores, bibliotecas o piscinas si los impuestos se van en cachopos, mariscadas, sueldos de directores generales irregulares, publicaciones de lavado de imagen y sentencias consecuentes de actitudes irresponsables? ¿Por qué actúan así? Porque los 3,2 millones, insisto, no lo pagan ellos (que no piden ni perdón); los pagamos todos. Entonces, ¿es tan simple, como dice el gobierno, que no queda otra que pagarlas? O, ¿es que estamos abonando la consecuencia de unos gobernantes que se ríen de nosotros? No basta con sentir vergüenza de quien firma esta gestión, es preciso no olvidarse. Si no, la historia, quizás, se repetirá.
Por eso, aunque fastidie y sigamos trabajando cada día para llenar la hucha de los impuestos (para que luego vacíen nuestro esfuerzo de esta manera), no os olvidéis de esto al votar. Los responsables de los 3,2 se llaman PP, PSOE, IUCM y tránsfuga expulsado de Ciudadanos. Qué pague ellos las ventanas rotas.