► La instalación de unos badenes en El Bercial recibe numerosas quejas vecinales
Sin ningún aviso de obras, ni advertencia a los conductores que transitan a diario por la Avenida Mariano Moreno el Músico, los operarios municipales realizaron hace poco más de una semana unas zanjas con forma rectangular como un doble foso para ‘cazar neumáticos’. Y así permanecieron como trampas oscuras dos o tres días y sus respectivas noches.
Era, sin embargo, la señal del inminente regreso de los ‘badenes asesinos’, retenedores, atemperadores o ‘policías acostados’, como se les suele llamar. Luego, llegaron los operarios municipales, de nuevo sin avisar —y se supone sin ingeniero que valga—, para ejecutar cuatro tremendos obstáculos, intercalados entre otros cuatro pasos de cebra en apenas 80 metros. Y a lo bestia. Había anochecido cuando los operarios se largaron sin colocar señal alguna y dejando a la Avenida de Mariano Moreno el Músico como una pequeña cadena montañosa, oscura y plagada de peligrosas ‘minas anti vehículos’.
Los incidentes no tardaron en llegar. Algunos vehículos, ignorantes del peligro, habían sufrido daños en los bajos. Y no hace falta ir deprisa para padecerlos. A 40 km por hora, el impacto es tremendo. El 092 empezó a recibir numerosas quejas.
La instalación de los ‘policías tumbados’ [estos sí que están gordos] se ha debido quizás al atropello reciente de una mujer y a las reivindicaciones de algunos vecinos en un intento por mejorar la seguridad. Pero no tanto; ni tan mal. Quizás habría que haber dado dos vueltas al problema.
La Avenida Mariano Moreno el Músico es una de las dos vía de comunicación que unen el Bercial ‘viejo’ con la zona de Metrosur e Hipercor. Sin embargo, a pesar de su importancia, está poco iluminada, quedando los pasos de cebra en una oscuridad peligrosa para los peatones, aunque la velocidad no sea mayor que el límite urbano. Además, el aparcamiento en batería y los contenedores de basura obstaculizan la visión de los conductores en los pasos de cebra.
Los vecinos de la Avenida y de las calles colindantes se han quejado del paso ‘a todo lo que da’ de un par de líneas de autobuses y, sobre todo, de un camión de Lyma cuyo conductor es conocido por emular a Fernando Alonso en las curvas de la rotonda de la calle Alcalde Jesús Prieto. Los residentes en la zona han preparado las cámaras para grabar en vídeo a este fenómeno de los camiones de la basura.
Tras las numerosas quejas, la Policía Local se personó en la zona y colocó unos conos para avisar a los conductores del peligro. Según informaba elbercial.com, uno de los conductores de la linea de autobuses regular [la 488 o la 446] que circula por allí «se bajó para quejarse a la policía». Los agentes tomaron fotografías y realizaron algunas mediciones. Estaba comprobado, seguramente los badenes no cumplen con las medidas homologadas. Durante la anterior legislatura, con el mismo problema heredado, se ‘adelgazaron’ numerosos ‘policías acostados’. Cuando Getafe empezaba a ser una ciudad más amable.
Tras los incidentes con la presencia y las mediciones de la policía local, se organizó una buena ‘tangana’ en alcaldía. La bronca, con voces altisonantes, ha sido de órdago por la chapuza; de las que hacen época. Los policías y los técnicos no salen de su asombro. Como si tuvieran la culpa ellos y no el edil. No salimos de una y entramos en otra. No está el horno ‘para bollos’ —que diría la alcaldesa— y, encima, para apagar un incendio alguien echa gasolina. Leña al fuego. Un tonto, y una tonta también, quema un pueblo. Estamos gobernados por un pequeño grupo de descerebrados o descerebradas; sin ideología de género: son la tont@cracia.
Al día siguiente, los operarios de la contrata ‘rasparon’ los montículos hasta el límite que podría convertirlos en legales, pero sin restar la peligrosidad de la medida para vehículos y,… para peatones.
El incidente de los ‘badenes asesinos’ de El Bercial resucita viejos fantasmas. En lugar de señalizar mejor, iluminar suficientemente y retirar tres o cuatro de los aparcamientos más cercanos a los pasos de cebra para aumentar la visibilidad de los peatones, se castiga a todos los conductores con una medida, además de ilegal por su tamaño, desmesurada. Cuatro badenes y cuatro pasos de cebra en ochenta metros. Habría otras medidas…
Si los conductores no reducen ‘voluntariamente’ la velocidad siempre queda el remedio del palo, que además ayuda al ‘espíritu recaudador’: un radar que dé cuenta solo de los conductores ‘tipo fitipaldi’ y multita al canto; que no paguen el pato hasta los que son ‘vegetarianos’. Otro asunto será el incremento del ruido por los golpetazos y los frenazos ante los obstáculos y, de nuevo, acelerar justo antes del paso de cebra restando concentración a los conductores que atraviesan la cordillera de Mariano Moreno el Músico.
Los vecinos han reclamado mayor seguridad en la Avenida. Sin embargo, a la vista de la chapuza, han comentado que «a ver si la alcaldesa se atreve a colocarlos en el nuevo Barrio de Buenavista donde los coches alcanzan con frecuencia mucha más velocidad que en El Bercial, rayando incluso los cien kilómetros por hora o más».
Algunos residentes han asegurado a este periódico que el que ha diseñado el sistema de badenes en la avenida de El Bercial «es, simplemente, un imbécil». Por si fuera poco, no se han percatado los técnicos, esta calle cuenta con una estrecha vía de servicio que da acceso a los garajes y a las viviendas unifamiliares. Los conductores, que no son tontos como el que ha diseñado el sistema, se desvían [en el sentido norte sur] en la rotonda de la avenida para circular por la vía de servicio aumentando el peligro para los peatones que circulan por una acera al mismo nivel que la calzada y, sobre todo, para los ciclista y niños que utilizan el carril bicil que bordea este atajo a la cadena montañosa.