► El premiado recibirá 3.500 euros y una estatuilla; Eduardo Hidalgo y Lidia Pérez, plata y bronce.
► La Silla de Oro es todo un referente del Flamenco en Leganés y con gran prestigio nacional.
Uno de los eventos del flamenco más esperado y con reconocimiento, no sólo en Leganés y, en especial, en La Fortuna, sino en todo el panorama español; la final de La Silla de Oro, organizado por la Asociación Cultural Flamenco Jondo con el apoyo de la Junta municipal de distrito. Este acontecimiento reúne las mieles del flamenco y, en este 2018, el cantor Jorge Antonio Rodríguez, venido del Puerto de Santa María (Cádiz) ha levantado el trofeo que le acredita como ganador, además el galardón contempla 3.500 euros para su puesto. El arte, la cultura y la pasión se daban cita en el Auditorio de la Universidad Carlos III en su Campus de Leganés, que albergaba por vez primera la final. Las fases previas fueron celebradas en el teatro Tierno Galván de La Fortuna.
Así las cosas, tras dos decenas de actuaciones, y deliberación del jurado mediante, integrado por Mariano Morillas, Pedro Luis y Pablo San Nicasio, llegaba el momento de conocer al ganador, tres eran los candidatos. Lidia Pérez, de Jaén, guitarra de Pepe Núñez, interpretó seguidilla, cantiña, granadina y media granadina, obtuvo la Silla de Bronce (1000 euros). Eduardo Hidalgo, de Badajoz, guitarra de Eduardo Rebollar, se decantó por seguidillas, soleá por bulerías, mineras y cartaginesas y consiguió la Silla de Plata (1.600 euros). Además, previamente a la final, el Jurado también había dispuesto otorgar el premio a Cantes Poco Interpretados a Hidalgo, valorado en 750 euros. Por último, Jorge Antonio Rodríguez, con guitarra también de Pepe Núñez, resultó vencedor con seguidilla, soleá por bulerías, granadinas y media granadinas.
Recuerdo a Ángel Lacalle
Sin duda alguna, la emoción se abría entre la maestría de los participantes y envolvía al respetable en ese halo de magia y fuerza que viste el flamenco. Todo el auditorio jaleaba los arranques de los artistas, que cumplieron y se vaciaron sobre las tablas del colosal escenario del Padre Soler. Ciertamente, el sentir general era de entusiasmo con la actuación de los tres intérpretes, pero iba a ser el Jurando quien tuviese la última palabra. Sólo podía quedar uno para ocupar esa Silla de Oro y, prácticamente tres horas después de espectáculo, como ya sabemos, el elegido era el del Puerto de Santa María.
Además, a esta edición de 2018 siempre se la recordará por la distinción a Ángel Lacalle, gran estudioso y aficionado de este arte y fallecido en 2011. Su nombre ya bautiza al recinto ferial de La Fortuna. Lacalle fue un gran impulsor de la Silla de Oro.