Viernes y sábados hacemos música. Tenemos blues, jazz y una vez al mes, flamenco
La Libre de Barrio ha cumplido en diciembre su cuarto aniversario
No es sólo una librería más, ni mucho menos. Es el resultado de una causa. Es la consecuencia de creer en una idea, luchar por ella y sacarla adelante. Hoy esa idea, tiene cuatro años y reúne, cada vez, a más gente a su alrededor. Desde que viese la luz, por vez primera, La Libre de Barrio (C/ Villaverde 4, Leganés) ha sido foco de reuniones, charlas, talleres, exposiciones y otras tantas actividades relacionadas con la cultura y los compromisos sociales. Un proyecto de marcado carácter participativo que gusta del pensamiento crítico, la comunicación, el aprendizaje y el intercambio. Ofrecen, sin duda, alternativas.
Queremos conocer más de cerca a La Libre y nos la enseña, su ahora presidente, Paulino Tejero. El nombre completo es La Libre de Barrio y no del Barrio. Esto responde a un pequeño homenaje a Álvaro Tejero Barrio, hijo de Paulino y fallecido en 2012; muy querido por los que forman el proyecto. Nos adentramos a conocer una idea tan noble que nació y crece por el esfuerzo de los que creen en la cultura y en compartirla.
Pregunta: ¿Cómo definiríais vosotros el proyecto?
Respuesta: Somos una asociación cultural sin ánimo de lucro. A partir de ahí, nos presentamos aquí en Leganés pensando que había campo para nuestra actividad. Pensábamos que podríamos cubrir demandas que, con la crisis, los ayuntamientos dejan de hacer y que nosotros sí que podemos llevarlas a cabo. Pensamos que podemos cubrir ese espectro y por eso seguimos. Como prioridad queremos mantener la cultura, expansionarla, hacerla ágil…
P: ¿Venís todos de Leganés?
R: No, no. Depende. Hay gente que sí y otros que viven de fuera, de Guadalajara, Fuenlabrada o de otros sitios. El tema es que en un momento determinado nos juntamos primeramente 18 personas y luego se expandió a 24.
P: Entiendo que cada uno con su vida, su trabajo y que parte del tiempo libre de cada cual lo dedicáis al proyecto, a la causa…
R: Efectivamente. Somos muy heterogéneos. Nos une el proyecto, luego uno puede ser pintor, el otro albañil, ingeniero, biólogo, lingüista… Mi caso es muy peculiar, yo ya estaba jubilado. Me hablaron del proyecto y me lo presentaron antes de iniciarlo y me metí en él. Creí en él.
P: ¿Todo el mundo puede ser socio?
R: Sí y no. Nosotros fuimos 18 personas. Se requerían unos requisitos. Por ejemplo, levantar esto ha costado 54.000 euros y hubo que poner ese dinero. Repartimos por cabeza y tocamos, más o menos, a 3.000 euros y así empezó el proyecto. No cubríamos la totalidad del gasto. Sin embargo, hicimos una promoción hacia la gente que podría interesarles porque necesitábamos personas que nos apoyasen material y económicamente. Como te comentaba pusimos en marcha una promoción fantástica que funcionó muy bien. Eran bonos entre 40 y 500 euros de ayuda a La Libre y se regalaba, a la gente que aportaba, un libro mensual, unas camisetas o pequeñas cosas… Más que nada para que tuviesen el aliciente de estar aquí ayudando. A partir de ahí, salió mucha gente y se cubrió prácticamente la totalidad del proyecto.
P: Entonces, hay como dos bloques, socios y la gente que aporta y colabora…
R: Eso es. Los socios somos 18 y luego entran algunos más con esa misma entrada inicial que hubo que poner y llegamos así a 24. Esa cifra ya no se ha movido y no sé si puede mover. También cuanta más gente seamos ahí, más complicado es de llevar el engranaje de todo esto. Nosotros organizativamente tenemos una Ejecutiva, que puede denominarse de papel, aunque realmente es legal y yo soy el responsable de esto porque soy el presidente. Pero, igualmente rota y el año que viene puede ser otro. La Ejecutiva cuenta con presidente, vicepresidente, secretario y tesorero, aunque nosotros nos manejamos de modo asambleario. Todos los meses hay una asamblea donde tomamos las decisiones del proyecto, estudiamos cómo vamos y qué necesitamos para continuar adelante. Es algo muy positivo porque ahí lo vamos sacando.
P: Valoración tras los cuatro años que habéis cumplido recientemente…
R: Pues, por mi parte, no puede ser más positiva. No dejamos de crecer en el sentido de tener amigos. Yo lo cuento también por los amigos que tenemos en Facebook, el Me Gusta… Seguramente, ya tenemos más de 3000 personas que nos siguen. No para de crecer. Y con el resto de actividades que hacemos aquí, ocurre igual; cada vez viene más gente. Nosotros tenemos, por ejemplo, la actividad de la matinal infantil de los domingos. Para que te hagas una idea, hay que tomar medidas de seguridad por si hubiera algún problema. Me refiero a medidas de aforo y que pase la gente que pueda caber. De hecho, alguna vez, alguien se ha tenido que quedar fuera, pero más vale la seguridad que cualquier otra cosa.
P: Precisamente, los niños tienen cabida y gran importancia en vuestro proyecto…
R: Sí, por supuesto. Pensamos que hay huecos para atender a la gente. Por ejemplo, con los matinales para niños vienen con padres entre los 30 y 40 años, máximo. Supongo que no tienen adónde ir un domingo por la mañana en un horario muy bueno de 12 a 14h y tiene mucha aceptación. Además, hay otras facilidades, la entrada es libre. En esta asociación cultural puedes entrar y salir cuando quieras. Y es que se hizo para esto. Ahora alguien puede llegar, con su ordenador, y sentarse aquí a trabajar y no hay ningún problema, salvo que haya actividad, obviamente.
P: ¿Cómo resulta mantener y sostener el proyecto cada mes?
R: Buena pregunta. Nosotros ya pusimos en su día el dinero, pero a partir de ahí… Nosotros lo hacemos sin ánimo de lucro y no necesitamos ganar nada, no lo queremos, pero sí necesitamos mantenernos. Nuestras cuentas son libres y públicas. Después de esa primera campaña que tuvimos y que te he contado, hicimos otra para cubrir nuestro déficit. Nosotros somos deficitarios, el tema de la cultura es un poco complicado. Poniendo y poniendo no llegábamos a ninguna parte. O es autosuficiente o es tontería. Entonces, acudimos a unos amigos y pusimos en Facebook una campaña que buscábamos 100 amigos. A ellos les pedíamos 10 euros a fondo perdido al mes, durante el tiempo que ellos quisieran y pudiesen ayudar. También nos habíamos comprometido con esta gente a trasladarles nuestras cuentas. Y hacíamos asambleas como las nuestras, pero abiertas. Nos reunimos y la gente viene a escuchar lo que hablamos o le dábamos la información directamente de lo que había costado algo nuevo…
Ahora mismo, como es público y notorio lo puedo decir, nuestros gastos son de unos 4.500 euros al mes, aproximadamente, y las entradas de 3.500-3.600 euros… Siempre hemos tenido un déficit de unos 800-900 euros. Al principio, no nos parecía mal porque íbamos empezando, pero luego ya se hizo un poco estructural. Sin embargo, las campañas nos han ayudado mucho y ahora mismo estamos a cero, ni tenemos, ni debemos; por lo cual es genial y maravilloso.
P: Sí que es cierto que para sostener y mantener el proyecto, parte fundamental es la librería…
R: Efectivamente. Es lo principal y más importante. Es el núcleo general de nuestra asociación. No sé si está mal que lo diga yo, pero es una librería general fantástica y yo creo que de las más completas de Leganés. También, si el libro que uno quiere no lo tenemos, se pide y ya está.
El margen que tenemos en la librería, que por desgracia va reduciéndose, es del 30%. Es decir, un libro vendido de 10 euros, nos deja tres. Ahora estamos en el 25%… Es una cosa que alguien tendría que mirar, el IVA cultural está como está como para que, encima, las editoriales bajen los márgenes. Es horrible. Entonces, estos nos pareció una buena medida para aplicar a todo lo que se mueve aquí.
Nosotros tenemos actividades de todo tipo, la primera la librería. La segunda es la presentación de libros. Han venido autores de todo tipo, pequeños, noveles, muy reconocidos… Esa gente viene, vende su libro y es lo único que nos deja. Ni pedimos ni nos dan. El autor viene, hace la presentación en el local y también nos acredita a nosotros. Nosotros recibimos lo que esa persona venda, ese 30%. Y el resto de las actividades es igual. Volviendo con los niños, que es entrada libre, se pasa la gorra cuando acaba el espectáculo.
Traemos cuentacuentos, magos… y esa gente tiene que cobrar.Nosotros no estamos en condiciones, ni es nuestra filosofía, de pagar. Si alguien por actuar aquí pide, por ejemplo, 500 euros sabe que no puede ser. Viene la gente que cree en el proyecto, que quiere ayudarnos y que muchas veces no tiene adónde ir…
P: Es como una simbiosis…
R: Correcto. Con el tema de los niños, se pasa la gorra y la gente da lo que puede. Después, el 70% es para el artista y el 30% para La Libre, para poder mantenernos. Así en todas las actividades que realizamos. También tenemos cursos de escritura creativa, que los lleva Isabel. Ella no cobra nada por hacerlo, porque cree en el proyecto, y los chicos que vienen tampoco pagan nada. Para el de este año se esperan a unas 15 personas. La ayuda de esta actividad es que cuando ella aconseja un libro para trabajar, pues que lo compren aquí.
P: También este lugar es un punto de encuentro para poder charlar, intercambiar…
R: Abierto a todo el mundo. También hay exposiciones y tenemos nuestra galería. Y pasa lo mismo, ¿por qué viene la gente aquí? Pues porque no pueden acceder al ayuntamiento. Siempre se expone material con cierta calidad, aunque van desde personas que están empezando a gente, como con los libros, muy acreditada. Los chicos que hay aquí te recepcionan, te preguntan por el trabajo que traes, se ponen fechas y aquí paz y allí gloria.
La exposición es rotativa y cada una está permanente 30 días. Y es lo mismo, no cobramos nada. Pero, si se vende un cuadro, el 30% irá a la librería.
Ah, y los viernes y sábados, que son como más movidos, tenemos y hacemos música. Tenemos blues, jazz y una vez al mes, flamenco.
P: Tocáis todos los palos…
R: Sí. Al ser 24 personas cada uno se encarga de una cosa, música, fotografía, libros, actividades infantiles y de traer gente… Es que a la gente más interesante, hay que traerla. Es contactar con ella, contarles el proyecto y acceden. Hay autores reconocidos que tienen grandes superficies abiertas y vienen aquí, más que nada, por ayudarnos. Pero, no nos olvidamos de los noveles que también hay que ayudarles. En definitiva, para eso estamos, para que vengan los que no tienen adónde ir.
P: ¿Qué valoración cultural, fuera de lo que es La Libre, hacéis de Leganés?
R: Yo creo que no está nada mal. Un referente que tenemos es Punto Y Coma que es una gran librería. Y en la cultura municipal no entramos. El municipalismo va por un lado y nosotros por nuestro camino.
P: Más allá de la cultura, existe el compromiso con otras causas…
R: Por supuesto, apoyamos muchas más causas. Aquí, hemos tenido todo tipo de mareas. Igual que apoyamos la cultura, apoyamos los movimientos sociales porque para eso hemos nacido. Y si estas mareas no han tenido dónde juntarse, han venido aquí. Por ejemplo, han dado sus charlas de sanidad. Sin cobrarles, luego, a veces, si necesitan un libro vienen aquí y nos lo compran.
P: ¿Cómo fue la celebración del cuarto aniversario el mes pasado?
R: Bueno, pues normalmente todos los años cuando hacemos el aniversario, realizamos una pequeña merienda. Este año no hemos hecho la asamblea porque el año anterior vimos que realmente la gente viene a la fiesta y lo de los datos como que no cuadra para ese momento. Preparamos una merendola y la gente quiera hablar. Se empieza a llenar esto y las asambleas las dejamos para un poco más adelante, ahora para febrero organizaremos.
Entonces, con la merienda, hacemos una pequeña recopilación de lo que hemos ido realizando durante el año. Y este año, hemos tenido una pérdida. Un socio, Mikel, ha fallecido en un accidente, y ha sido una pérdida importante. Se hizo un pequeño homenaje. Pero, tampoco hacemos gran cosa. Se trata de juntarse y de charlar un rato.